29 de diciembre de 2011

Este pudo ser mi año...

...pero tampoco hice mucho al respecto. Me concentré en la única cosa feliz que tenía a la mano y la llené de expectativas. La realidad, por supuesto decidió que era un buen momento para lanzarme otra de sus bonitas lecciones inolvidables. Sí, vida, yo no las olvido, no es necesario repetir, ok?

Básicamente, esta etapa de mi vida a punto de concluir podría llamarse Golpe al ego. Ya les he contado en otros posts el regaño habitual que mis amigos me lanzan respecto a mi vida profesional  mis talentos: Marisol, necesitas creértela.

Pues bien, eso nunca ha aplicado a mis relaciones personales. En mi vida personal tengo muy claro el lugar que me corresponde (tenía), y comprendo claramente el valor que las personas dan a mi amistad, cercanía, etc.(comprendía). El caso es que este año me dí cuenta que soy una soberana tarada y que he malentendido TODO lo que respecta a mis relaciones personales con el mundo. Mis aprendizajes se resumen así:

a) la familia no es incondicional ni constante ni perenne

b) no siempre son tus mejores amigos los que se aparecen en los malos momentos

c) las personas que sostienen tu mano en tus momentos de debilidad son probablemente las personas de quienes menos esperabas nada en la vida

d) el distanciamiento emocional te evita pequeños dolores que ocasionalmente se convierten en UN GRAN DOLOR

e) ganarse un lugar en la vida de las personas es fácil, pero perderlo es cosa de un segundo ( y las razones que te llevan a perderlo son, normalmente, estúpidas).

Así pues, me dí cuenta que mi lugar en las vidas de las personas a las que más quiero en realidad es bastante más pequeñito de lo que yo esperaba, y que por el contrario en otras vidas que yo creía más ajenas, en realidad ocupo un espacio grande.

Total, que siento que a mis 27 años acabo de volver a empezar la adolescencia y que estoy tratando de reencontrar el verdadero valor de la familia y la amistad a partir de las cenizas que dejó su abandono en -probablemente- uno de los momentos más felices e importantes de mi vida.

Me queda claro que esto no se trata de que me pidan perdón, y en realidad tampoco estoy convencida de que haya algo que perdonar (y en el caso de que lo hubiera no se si tengo la virtud moral suficiente para hacerlo), lo que sí se es que llevo meses enojada conmigo, con las circunstancias, con todo a mi alrededor pero que ese enojo en realidad enmascara un terror terrible de no ser nada para ellos, de no haber sido nunca nada, de haber perdido a mi familia forever and ever...

La verdad no he tenido el valor de enfrentarlos y comprobarlo. A veces siento que todos sus comentarios acerca de la gran familia unida sólo tienen como finalidad demostrarme que me quedé fuera. De algún modo. Que alguien me explique que hice, porque aún sigo sin entender porque fueron tan mala onda.

En fin.

Creo que todo momento de crisis personal implica en sí mismo la oportunidad de alcanzar nuevas alturas y nuevas profundidades. Hoy soy más fuerte. Hoy sé que en realidad nunca necesité de nadie. Hoy voy por la Whole enchilada y sé que 2012 será mi año.

No voy a cometer el error de formular propósitos, pero tampoco dejaré de formular deseos. Mi esperanza está puesta en descubrir dentro de mi, de una vez por todas, el propósito que me mantiene con vida cuando hay otras tantas grandes personas a las que he tenido que despedir en los últimos días. Debe haber algo, y no descansaré hasta haberlo encontrado, porque yo también quiero llegar al final de mis días cansada, pero con una sonrisa en la boca.

Esto fue lo que escribí en mi FB. Y todo es verdad.

Este año ha sido de aprendizajes muy duros e inesperados, pero también de momentos de alegría inmensa al lado del amor de mi vida. Aprendí que la honestidad es difícil de aceptar para la gente, pero que es la única forma válida de vivir. Me dí cuenta, dolorosamente de que en mi vida hay pocas personas constantes y de que perder se vuelve cotidiano...
Y a pesar de todo no me queda sino estar agradecida: por haber contado siempre con alguien dispuesto a escuchar, alguien dispuesto a dar un abrazo, alguien dispuesto a ponerse en mis zapatos y acompañarme en mis enojos, en mis sonrisas, en mis histerias...
Porque siempre recibí un comentario oportuno que me devolvió la sonrisa incluso cuando me sentí más sola y perdida...
Porque mis papás están conmigo y aun se preocupan por mí...
Porque mis hermanos son siempre mis mejores defensores...
Porque tengo unos tíos maravillosos en los que siempre puedo contar...
Porque Dios puso en mi camino una nueva familia que es hermosa...
Porque poco a poco mi nuevo hogar va tomando forma...
Porque encontré a mi compañero ideal y después de más de 8 años sigo enamorada como una adolescente...
Agradecida, en fin, porque las pruebas de este año quitaron el velo que me impedía ver las cosas en su verdadera dimensión. Hoy se más sobre mí, sobre mi familia, sobre mis amigos que al iniciar el año. Ha sido un año para recordar.


15 de diciembre de 2011

Amor, Curiosidad, Prozac y Dudas

"Fortaleza no es lo que creéis. La fortaleza no se mide según el grosor de los músculos ni según el número de kilos que una persona pueda levantar. Fortaleza significa, sobre todo, aguantar, no romperse. Es una virtud femenina."
Lucia Etxebarria. Amor, curioridad, prozac y dudas.


Hay días en que creo que yo nací teniendo treinta años, que siempre he sido una adolescente treintañera. Demasiado sensible para madurar, demasiado cínica para mantener una inocencia infantil.Desde que tengo uso de razón la gente ha pensado que parezco más grande de lo que en realidad soy. "No es algo físico", se disculpan, "es que eres demasiado madura". Como si tal adjetivo pudiera aplicarse a alguien como yo. 

Hay libros que te sumergen en el negro océano de tus terrores nocturnos y éste ha sido uno de ellos. La autora me tomó de la mano y me llevó a recorrer mi laberíntica personalidad múltiple, mis múltiples infiernos personales. 

Todo se juntó este mes. Cambios, cambios, más cambios. Y también fue este mes cuando @anabelvillegas escribió en twitter que Todos tenemos un talón de Aquiles, lo cuál no hizo sino quebrar un poco más la cristalina capa de orgullo con la que intentaba cubrirme. 

Y es que sí, todos lo tenemos, la vida se vuelve un poco con los años una batalla por mantener ese bendito talón a salvo e invisible ante la maldad del mundo.

Yo soy muy mensa para librar esa batalla. Ahí está Lucia Etxebarria enumerando mis debilidades en el título de un libro y ahí estoy yo leyéndolo de cualquier manera, sabiendo que eso no podía acabar bien de ninguna forma. 

Creo que crecer es un entrenamiento contra reloj en el arte de no romperse. Fortalecerse es la única manera   de salir vivo del proceso, a mí me está costando más trabajo del que creía, pero tengo la esperanza de que toda esta bruma de emociones pasará. Como pasa todo.

5 de diciembre de 2011

Si nos dejan/Perfume de Gardenias

El dinero puede comprar muchas cosas, pero hay que decidir en que gastarlo. Cuando produces un espectáculo se nota dónde está puesto el varo (aún yo, con lo iletrada que soy en ese ámbito puedo notarlo) hayan sido afortunadas o no las decisiones que se tomaron con él.

Este fin de semana tuve la oportunidad de ir a dos obras de teatro (hace ya un rato que no iba, así que de entrada estaba yo feliz) y comparar a la luz del anterior párrafo dos producciones mexicanas que no pueden ser más diferentes: Si nos dejan y Perfume de Gardenias.

Para empezar, Perfume de Gardenias. El dinero, obviamente está gastado en espejitos (literal y figuradamente), "actores" y "actrices" controversiales y de una u otra forma entrañables para el gran público. Quién puede no recordar haber oído aunque sea de pasada los amoríos de "la Chule"  y Luismi o los múltiples engaños de Jorge Salinas, o las uñas de Niurka...

A pesar de todo, entretiene. Entretiene María victoria enfundada en vestido blanco, Tongolele agitando sus caderas, Alejandro Suárez y sus ocurrencias, benito Castro apropiándose del papel de Palillo. Entretenida sí, pero nada admirable.

Por otro lado, Si nos dejan. De entrada, yo no quería verla, me sonaba terriblemente aburrido el hecho de pensar en un musical ranchero (mátenme pero no me lleven). Así y todo, múltiples comentarios leídos en twitter me hicieron reconsiderar así que cuando Sergio dijo que le habían regalado boletos, ni tarda ni perezosa me apuré para ir.

Ahí se gastaron el dinero en otra cosa...los actores, aunque en su mayoría desconocidos, cuentan con una gran calidad escénica (y supongo que sin costar las millonadas de Niurka y compañía). Aaaah, pero la producción...la producción es una maravilla, más allá del costo, se les nota el esfuerzo y la pasión por el diseño. Que bárbaros, me dejaron más que enlelada por todos y cada uno de los detalles.

Para empezar, el teatro ambientado como cine de la época de oro...pero deteriorado; la obra que inicia mostrándose como una película en blanco y negro para luego evolucionar al color. Cuadros similares a animaciones; viajes por carretera que realmente te transportan...y las canciones, las hermosas canciones que me acompañaron en mi infancia, porque eso escuchaban mis abuelos.

En general con las dos obras me divertí, pero Si nos dejan, más allá de entretenerme me dio una lección de como se ven las cosas hechas con entusiasmo, dedicación e inteligencia. Así de buena.Acá una muestra:



Y más allá de eso, me regresó a mis abuelos por unas breves horas. Nada más bonito.

No me había dado cuenta de que después del olfato, el oído es mi principal instrumento de memoria...

25 de noviembre de 2011

14 días después

En la correcta perspectiva mi boda no fue perfecta. Yo tengo el gran defecto de ser siempre más crítica conmigo que con nadie más, así que a mis ojos la boda no fue perfecta. Y tampoco tenía porque serlo. Ya pasaron dos semanas. Tengo dos semanas de casada.

Aún odio que me digan señora.
Aún me gusta ir a conciertos.
Aún no me mudo.
Aún le digo novio a Sergio.
Aún me gusta ir al cine con él.
Aún me gusta salir con  mis amigos.

- No soy una señoooraaaa- (canten conmigo)

Pero volviendo a la boda.

Sigo reponiéndome de la resaca emocional de todo lo que implicó. Por un lado, mi felicidad enorme e indescriptible. La simpatía y cosquillita en la panza que sentí cuando Sergio se equivocó en el speech de la iglesia a causa de tanto nervio (tan él, siempre), la risa que me dio después de eso y mientras intentaba decir el mio; el nervio de no poder ponerle el anillo...porque estaba poniéndoselo en la mano equivocada, la alegría de ver a la gran mayoría de mis amigos reunidos; la inmensa satisfacción de saber que su familia me recibió con los brazos abiertos y una sonrisa en el rostro...la alegría.

Sin embargo, todo tiene sus lados oscuros, y más allá de los detalles técnicos (el sonido alto o que apagaran las luces a destiempo o que hubiera personas que no pudieron llegar), había en mi interior un hueco grande, el hueco que dejó la familia que decidió no acompañarme.

Y a eso aunado el hecho de que mis papás se fueron temprano de la fiesta dejándome huérfana y abandonada...

Total. Terminé el día hecha un mar de lágrimas entre cajas y regalos.

Nunca podré entender que no hayan estado conmigo. Sólo una abuela me queda y no me acompañó (lo cuál habría sido comprensible si ella estuviera enferma o muy grande como para moverse, pero no es el caso). Mi otra abuela desde el cielo seguro envidiaría esa posibilidad...

El punto es que los último par de meses me sentí bastante vulnerable y desprotegida. Y encima de todo una amiga me reclamó el otro día que no estuviera al tanto de sus últimas aventuras "claro, era comprensible, en el último mes toda la atención era para tí".

No fue así. Ojalá.

El último mes antes de mi boda trabajé como enferma hasta altas horas en la oficina. Los fines de semana ultimando (a medias) detalles de la fiesta...la semana anterior que pedí de vacaciones apenas y me dio tiempo de arreglar un par de cosas muy urgentes...un desastre, pa pronto.

Pero no cambiaría por nada, por nada en el mundo el momento mágico de bailar por primera vez con Sergio como marido y mujer. Todo lo que yo diga va a sonar la cosa más terriblemente cursi del mundo así que me lo ahorro. No hay nada que se le compare a abrazarnos fuerte al sonido de nuestra canción sabiendo que es el inicio de algo grande...

Y las lágrimas de emoción de las amigas. Y la sonrisa complice de los amigos. Y los buenos deseos, los abrazos, los consejos... con eso es con lo que quiero quedarme. Ya no quiero tristezas ni abandonos. Mi familia estaba conmigo, porque a lo largo de los años, esas caras que vi cuando llegamos a la fiesta, son las caras que me han visto reir, llorar, mentar madres...son sus abrazos los que me han reconfortado en momentos difíciles y son sus bromas electrónicas las que me han liberado del terrible estrés godinez...y no pongo títulos porque esa gran masa está compuesta por personas con las que comparto sangre, pero también con mi nueva familia política, con mis viejos amigos (unos más antiguos que otros), con mis nuevos amigos, con toda la gente bonita que quiso y  estar con  nosotros en un día tan especial (hubo unos cuantos faltantes por causa de fuerza mayor -real-, pero estaban en su mayoría)...


Así que no, no fue una boda perfecta, lo que si fue perfecto fue que al final del pasillo me esperaba la única persona incondicional que conozco en mi vida, mi Constante; y que a los lados de ese pasillo sólo había sonrisas y mucho amor.

Fue más emotivo que el final de Lost. Y eso es mucho decir...




PD. Maldita fisiología que hizo que el estrés se cobrara la factura con este gripón del infierno.
PD2. Organizar una boda: un chingo de dinero, Liga: 200 peses, que al aventarla se la saque el novio de tu amigo gay...no tiene precio. El momento chusco de la noche, jajaja.

19 de noviembre de 2011

Perros.Mudanzas.Ángeles guardianes.

Mi luna de miel terminó cuando al llegar a casa me encontré con que mi fiel compañero falleció después de once años. Mi querido perro. El más hermoso cocker del mundo mundial. Mi puchi.
Puchi llegó a mi casa un mes después de que falleció mi abuelita. Todos cargábamos una tristeza imposible de cuantificar, a mis hermanos y a mi la pérdida de su presencia nos dejó huérfanos, todos andábamos por inercia en unas vidas que parecían ya no ser las nuestras...
Mis papás siempre se habían negado a tener mascotas, pero algo en el corazón de mi mamá le hizo querer darle a mi hermana un compañero en esos momento difíciles. Yo no quería un perro, yo no quería tener que aprender a querer a alguien más y sufrir con alguien más. Es por tu hermana, dijo mi mamá, y con eso derribó todas mis objeciones.
Un vecino de mi tia tenía una cocker que había tenido una camada y quería dárselos a gente cercana que los cuidar y los quisiera. Fuimos mi mamá, mi hermana y yo a elegir. Mi mamá quería una hembra. Pero en cuanto vi los ojos oscuros de aquel perrito juguetón que nos meneaba la cola, me enamoré.
El nombre lo eligió mi hermana, mientras caminábamos a la casa. Yo lo sostenía en una mano y lo cubría con la otra. Tan pequeño era.
Había que darle leche en una mamila y cubrirlo con una manta para que no pasara frío. Las primeras noches las pasó dormido en mi almohada, de dónde cayó al piso en la 2da noche. Siempre bromeamos diciendo que ese golpe le había provocado un severo retraso que lo convirtió en un eterno cachorro que azotaba contra las paredes cundo corría y que siempre tenía una sonrisa y una mirada de curiosidad.
Le gustaba participar de las conversaciones familiares en la sobremesa, se sentaba junto a nosotros y volteaba a mirar a cualquiera que tuviera la palabra.Le asustaban los gatos, siempre quiso ser amigo de los perros grandes, su comida favorita eran los hotcakes con cajeta, cuando estaba en la universidad se sentaba a mi lado hasta que acababa mis tareas, sin importar la hora que fuera...era el perro más lindo y más fiel....

Hoy que no está, y que eso coincide con mi inminente mudanza hacia una vida diferente, hacia una familia diferente, no puedo dejar de pensar que una etapa de mi vida está terminando...

Decía yo un poco en serio, un poco en broma cuando me enteré de la noticia, que él había querido entregarme en buenas manos. Se fue justo dos días después de mi boda. Se que probablemente lo que estoy a punto de escribir es el mayor sinsentido del mundo, pero siento en el fondo de mi alma que un poco de mi abuelita nos acompañó estos once años a través de los ojos de ese perrito cariñoso.

Mi abuelita fue y ha sido siempre mi ángel guardián, mi hada madrina, cuando ella se fue, el cariño de nuestra mascota nos mantuvo a mis hermanos y a mí a salvo de la amargura de un matrimonio disfuncional que estaba llegando a su fin. Mi perrito cumplió su misión y hoy le toca a otro ángel ayudarme  a velar por mi misma, que bastante trabajo me cuesta. Hoy tengo alguien más con quien compartir mis penas, alguien más que enjuga mis lágrimas, alguien más que me escucha atentamente y está a mi lado en las madrugadas...

Mi abuela puso en mi camino al mejor para cumplir con la misión. Creo que puede estar tranquila.

10 de noviembre de 2011

10 de noviembre. 01:25 am. Yo estoy despierta con Los Simpson en el background. El sonido de las voces de los amarillos personajes hace que todo tenga un cierto aire de realidad. (Intenté explicar el por qué de la aseveración y borré la línea 3 veces...es más una sensación que un pensamiento. Desistí)

Tratar de explicar como me siento llevaría a una serie de malentendidos de todas las especies. Ha en mi pecho una ebullición de sentimientos que se han acumulado a lo largo de este 2011. Aún no acaba y yo ya siento que 2011 trajo a mi vida una serie de eventos que han tenido, de una u otra forma, la sensación de estar en una montaña rusa que no se a donde irá a parar.

Para empezar, ha crecido en mí un descontento con el estado actual de mi vida laboral que es difícil de poner en palabras. Por otro lado, en mi vida sentimental, no puedo imaginar mayor plenitud que la que estoy concretando esta semana.

El viernes firmé el acta de matrimonio que me convierte oficialmente y para cualquier efecto legal en una mujer casada. Bueno, creo que eso fue lo que dijo el juez, porque la verdad yo sólo escuché un blablabla incesante durante los 15 minutos que duró la ceremonia. Creo que escuché las palabras matrimonio, igualdad, contribución, libertad e hijos en el discruso...quizá fue sólo mi imaginación. Eso sí, firmé y puse mi huella en una hojita que, según entiendo, tiene validez legal. Algo así.

Aún no salgo de mi shock. Estoy como pasmada.

Aún no hay mudanza. Seguimos viviendo como hasta ahora, cada quien en su casita. No me cae el veinte.

Pero este viernes...11-11-11

11-11-11
11-11-11
11-11-11
11-11-11

Me casaré, vestida de blanco, ante un altar...

No soy particularmente religiosa, y Sergio tampoco, y quizá sea por eso que nuestros respectivos padres no nos creyeron cuando les dijimos que nos casaríamos por la iglesia...

...y que conste que no lo hago por el vestido. Es simplemente que para mí es importante sacralizar esta unión. Nos tomó más de ocho años asumirnos cada uno como parte de la vida del otro. Yo creo que eso merece REALMENTE darle el peso simbólico. Generar la memoria poética. Convertirlo en un momento digno de una historia.

Y sí, creo en un algo superior...y a falta de una certeza de qué es, quién es, dónde está o si siquiera le importamos, quiero poner mi fe en algún lugar. Quiero que ese algo, alguien, whatever forme parte de esto, de ésta, mi nueva familia, la pequeña Ohana que Sergio y yo hemos decidido no sólo formar, sino también reconocer ante las personas que han estado siempre en con nosotros.

Y este es sólo el primero de muchos pasos que van a cambiar mi vida...porque hoy en mi pecho hay un cúmulo de energía, de pulsión de vida que me quiere llevar a otros lugares, a otras metas...

Encontré esto el otro día en la red...y me dí cuenta que he cubierto el primer punto:) pero aún faltan muuuuchos por trabajar.

La buena noticia: Estoy viva. Tengo que creérmela. Yo puedo ser feliz =)




4 de noviembre de 2011

En mi último día como soltera

No puedo creer que mañana voy a ser tu esposa.

En estos ocho años he aprendido a verte, no se bien desde cuando, como mi familia. Mañana, formal y legalmente, iniciaremos una.

No ha sido fácil, y hubo momentos a lo largo de nuestra relación en que dudé seriamente, preguntándome si valía la pena. Ambos, de una u otra forma nos lastimamos. Lo hermoso de esto es que ambos aprendimos, y que decidimos cambiar. En un mundo violento en el que conocer las debilidades del otro confiere un poder que se explota siempre, tú y yo aprendimos a no jugar con eso y a cuidarnos las espaldas, juntos.

Hace ya muchos años, cuando tuvimos nuestra primer pelea seria, tú me dijiste que no podías dejar que entrara en tu mundo. Argumentabas que no eras esa clase de persona, y que lo sentías mucho. Hoy miro atrás y me doy cuenta de que no sólo me dejaste entrar, sino que creaste un mundo entero, nuevo, para mí.

Creo que hoy entre nosotros ya no queda nada que perdonar, y es sólo por eso que podemos embarcarnos en esta aventura con los brazos abiertos.

Mi amor por ti es más grande que nunca. Ya no puedo esperar. Mañana para esta hora seré, finalmente, tu esposa.

Gracias por regalarme el inicio de un nuevo capítulo.

25 de octubre de 2011

Moneyball




Siempre he sido fan de Brad Pitt. Desde que la imagen de su locura se coló en mi cabeza y me hizo desear que todo cayera en el peor de los caos. Y hablo de su actuación en  12 Monos, no de Fight Club. Aunque en Fight Club se robó mi corazón.

Cuando lo vi de nuevo en cartelera quise correr a sentarme frente a la pantalla y admirarlo. Pero Sergio prefirió ver Gigantes de acero (entretenida y recomendable, por cierto) así que tuve que aplazar una semana mi cita con su hermoso, hermoso rostro.

Y más allá de lo muymuyfan que soy de Brad Pitt, debo decir que Moneyball es una gran película. Una de esas películas que te susurran verdades que no quieres escuchar y que hacen que las dudas salgan a la superficie a enturbiarlo todo.

Parece una película de baseball, podría pasar por una película de negocios y carrera (muy en el estilo de Jerry Maguire), pero es en realidad una película que habla de éxitos y fracasos, de redención, de oportunidades perdidas y puertas que se abren en lugares que no alcanzas a vislumbrar. Habla de familia, de miedos, de ilusiones, habla, en fin, de la ardua tarea de crecer, de las pérdidas que implica una mala decisión  y de lo difícil que es mirar en el fondo de nosotros y ser capaces de de descubrir un talento único por el que valga la pena luchar.

De confianza. Sí, de eso de lo que yo no se mucho. Poco, casi nada.

Y quizá por eso me impidió dormir, y quizá por eso traté de lavar con mis lágrimas el miedo.

Véanla, no prometo que la van a disfrutar, pero les prometo que algo de ella se quedará con ustedes. Y bueno, es Brad Pitt (eso debería bastar).

La frase de la película: "- ¿Cuál es tu miedo más grande?, - Que lancen la bola en mi dirección"

8 de octubre de 2011

Una mejor forma de explicarlo...

Todos decían que mi boda sería como la de Casarse está en griego porque mi familia es como la de ella...pero al final resultó que será más bien como la de él. Ha sido una amarga decepción, pero es tiempo de soltar y seguir adelante hacia el día soñado de mi boda.
Siempre quise que mi vida fuera de película y este periodo es como una chick flick. Guerra de novias con un twist. Supongo que no me puedo quejar. Ja.

6 de octubre de 2011

Expectations/Reality

Yo no creía en el matrimonio. Pero me encantaban las bodas. Bodas grandes o pequeñas, románticas, llenas de sueños y de ilusiones.

Yo soñaba con una boda. Pero descreía del matrimonio. Lo cual, como siempre, era reflejo fiel de mi contradictoria personalidad. 

Cuando conocí a Sergio, creía inicialmente que sería un amor de un ratito, uno más de mis desmadres. Nada dura para siempre...pero pasó el tiempo, y cada día me enamoraba más y más y más. Se volvió parte de mi vida, pasada, presente y futura. Me dí cuenta de que quería estar con él todo el tiempo, siempre.

Pero, bah, yo sabía que el enamoramiento tenía fecha de caducidad, así que decidí aguantar mi entusiasmo eternalista. Y así pasaron los años...y caí en cuenta de que eso ya no podía ser enamoramiento. Supe entonces, como sé hoy, lo que quería ser en su vida.

Quería ser su wife (disculpen ustedes pero odio la palabra esposa). Pero las cosas no eran tan sencillas, porque en un lugar con dos personas siempre hay desacuerdos. Él no quería matrimonio. Yo sí. Conflicto. (Pues claro, esta no ha sido una historia perfecta, ¿acaso creían que sí?). Fue una decisión difícil, terminar con él sólo porque no quería casarse o quedarme con él sabiendo que quizá nunca querría casarse...yo me quedé, y me quedé porque no podía hacer otra cosa, porque mi vida perdía el brillo sin su presencia, porque entendí que no siempre se puede obtener lo que se quiere, porque lo amaba, y ese amor con título o sin título igual era amor.

Al final, él un día decidió que sí, que era momento de ser de una vez y para siempre una pareja "oficialmente". Yo no lo sabía y seguía trabajando bajo el supuesto de disfrutar cada día a su lado...

Nos fuimos de viaje. El viaje en sí mismo era una señal. Fuimos a ver unos terrenos en Loreto, BCS, pensando en comprar uno, los dos juntos (nuestro sueño es vivir en la playa..) eso ya me provocaba gran gran emoción. La pasamos increíble. Y la segunda noche, mientras me bañaba, el entró. No le presté mucha atención. El agua estaba fría. Se paró junto a mi y me sonrió para después hincarse y estirar sus manos frente a mi.

Yo no entendí nada, por supuesto, sólo pensaba en el agua fría. Buscaba qué se le había caído para entender porqué se había agachado. Y entonces vi el anillo y lo entendí todo. En ese momento el mundo se cayó, todo quedó en silencio y el único sonido era el de mi sangre bombeándose a toda velocidad. Abrí los ojos tratando de entender el momento, abrí la boca tratando de decir unas palabras que jamás llegué a pensar y que mucho menos pude expresar. Él me miró fijamente a los ojos y me preguntó sencillamente : Marisol ¿quieres casarte conmigo?

Perdí el habla por al menos cuarenta minutos (lo cuál debe ser prueba del inicio del fin de los tiempos) sólo sentía un gigantesco nudo en la garganta y lloré, y lloré y lloré. Después de secarme y todavía envuelta en una toalla, Sergio me abrazó, se rió "todavia no me contestas", yo creo recordar que asentí...

Lo primero que dije cuando recuperé el habla fue: Sí, si quiero casarme contigo.

En mi cabeza, nunca imaginé como sería ese momento. Hoy lo miro en retrospectiva y creo que jamás lo habría podido imaginar distinto. Así tenía que ser. Aunque claro, esa fue la segunda petición. La primera, mucho más predecible y menos dramática fue en la soledad de un restaurante frente al mar Caribe, en el hermoso silencio de una noche llena de estrellas.Esa también fue hermosa, aunque hubiera sido de chocolate...

Después, la planeación de la boda comenzó a ocupar mi cabecita y mientras soñaba con vestidos y flores, comenzó a pasar el tiempo. Hoy falta poco menos de un mes. Y la boda que soñaba no será.

Y no será porque en principio yo soñaba con una boda en que estuviera toda mi familia (lo cuál por circunstancias bastante complicadas no será posible) y eso bastaba en gran medida para hacerme feliz. Ahora que sé que ellos no estarán, una gran parte de mi sueño de boda quedó roto, pero me niego a dejar que el resto se derrumbe.

No voy a negar que el hecho me provocó una severa depresión que me hundió por semanas. Pero hoy lo único que siento es un gran estrés por los trámites que me faltan y una gran emoción por todos aquellos detalles que amorosamente hemos preparado Sergio y yo para compartir con nuestras personas especiales.

Porque para mi la boda perfecta no se trata de recibir sino de compartir. Y nosotros más que regalos queremos recibir bendiciones y queremos darles a nuestra familia y amigos un poquito de la mucha felicidad que hemos construido a lo largo de ocho años. Porque sin nuestras familias no seríamos quienes somos ni pensaríamos como pensamos y por lo tanto probablemente no nos habríamos encontrado. Porque sin nuestros amigos probablemente nos habríamos rendido hace ya tiempo.Porque al final si nos embarcamos en organizar una fiesta fue principalmente por eso, porque los queremos a todos como testigos de esta aventura que se nos ocurrió enfrentar tomados de la mano. Y por eso, por eso es que más me duele no contar con algunas de las personas a las que más quiero en la vida....

Pero en ocasiones como estas es cuándo uno más comprende que Expectations≠Reality y que el apego produce infelicidad. 


Quizá no sea cierto que todas las cosas pasan por algo. Pero todo este drama familiar tuvo un lado positivo, mis papás pudieron hablar sin gritarse y pude hablar con ellos...y hasta me escucharon. 


Bueno, pues me dí tiempo para escribir porque necesitaba desahogo, pero hay muchas cosas todavía por solucionar. Nos leemos pronto.


27 de septiembre de 2011

Entender.

No es tan sencillo.
Cada vez que alguien me dice "ojalá lo entiendas" me entra una especie de angustia existencial. Algo en el fondo de mi desea fervientemente entender. Pero hay otra parte que se rehúsa, que se aferra a su egoísmo y niega toda posibilidad a la explicación. Normalmente esa frase acompaña o sustituye una disculpa y el tema es que yo no creo en las disculpas, cuando alguien comete un error, la única forma de repararlo es en el futuro. Lo que pasó, pasó y a lo que sigue. El dolor puede permanecer, las consecuencias de esa acción pueden quedarse grabadas, pero ninguna disculpa por más sincera que sea va a cambiar el hecho...

En lo que sí creo es en el perdón. Creo en el poder de volver a creer, creo en la reparación total que proviene de perdonar y seguir adelante. Perdonar no es algo que suceda fácilmente pero cuando se presenta la oportunidad de hacerlo y se aprovecha, se convierte en algo mágico e indestructible. 

En el perdón no hay dudas, no hay términos medios, no hay intentos. El perdón ocurre en un momento, igual que el amor, y hay que atreverse a lanzarse tras él o correr el riesgo de nunca alcanzarlo. 

La disculpa es social, el perdón es un acto individual. La disculpa destruye (un poco, sí, la confianza), por su lado el perdón crea. Porque toda relación que pasa por el fuego del error y se templa en el cristal del perdón es indestructible. 

Pero para perdonar hay que entender. Y eso, siempre, implica dejar a un lado el egoísmo. 

No es tan sencillo.


12 de septiembre de 2011

Esto de casarse...

...es complicadísimo. Ayer por la mañana desperté instalada en ataque de histeria y temiendo por la realización del matrimonio. Parece ser que a la iglesia le encanta complicarle la vida a los demás haciendo del trámite algo engorroso, difícil y traumante...

Sergio estaba al lado tranquilizándome y cuando ya creía yo que iba a perder la razón, las cosas comenzaron a tomar un camino positivo, fácil y todos nuestros pendientes se resolvieron. Bendito once, una vez más demostró su importancia en nuestras vidas.

A dos meses ya.

1 de septiembre de 2011

30 libros

No que les interese, pero quería hacer esta lista:


1. Uno que leyó de una sentada: "La soledad de los número primos" de Paolo Giordano. Imposible de soltar, física y emocionalmente.
2. Uno que se haya demorado mucho en leer: "Santa Evita" de Tomás Eloy Martinez - me costó agarrarle el modo.
3. Uno que sea un placer culposo: Ningún libro que haya leído me provoca culpa. Ni las novelas rosas de mi mamá XD
4. Uno que le gusta a todos menos a usted: Pues ni lo he ledído, pero "El Secreto" podría ocupar este lugar...
5. Uno de viajes: El clásico, "La vuelta al mundo en 80 días"
6. Uno de un nobel: "Los excluídos" de Elfriede Jelinek
7. Uno muy divertido: Tragicamente divertido: "Dionisio vivo y el señor de la coca"
8. Uno para leer por fragmentos: "Cuentos sin pluma" de Woody Allen. Maravilloso.
9. Uno con una excelente versión cinematográfica: "El señor de las moscas"
10. Uno con una pésima versión cinematográfica: "La mandolina del capitán Corelli" de Louis de Bernieres. Un libro brillante con la peor versión cinematográfica ever.
11. Uno que lo haya motivado a visitar algún lugar: Gracias a Kundera Praga siempre ha estado en mi corazón.
12. Una biografía: "Santa Anna. El dictador resplandeciente"
13. El primer libro que leyó en su vida: El primero que recuerdo, "Mujercitas"
14. Uno que haya odiado hace años y hoy admira: El laberinto de la soledad.
15. Uno que haya amado hace años y del que hoy reniega: Aura.
16. Uno ruso que sí haya leído: "Crimen y Catigo", "Las noches blancas" ambos de Dostoievski
17. Uno de este año: "IQ84" de Murakami
18. El que más veces ha leído: "Mujercitas", " Cumbres borrascosas", "El libro de los amores ridículos"
19. Uno que lo haya sorprendido por bueno: La trilogia Millenium de Stieg Larssen. No esperaba mucho pero es ma-ra-vi-llo-sa
20. Uno que lo haya sorprendido por malo: "El viaje del elefante" pffff
21. Uno de cuentos (no valen antologías): "Extraños peregrinos: Doce cuentos" de Gabriel García Márquez
22. Uno de poemas (no valen antologías): "Nuevo recuento de poemas" de Sabines
23. Uno que le gustaría volver a leer en su vejez: Quisiera volver a leer "La insoportable levedad del ser" y sentir que ya superé toda esa incertidumbre...
24. Uno que no le prestaría a nadie: Creo en el karma de los libros, los presto cuando lo considero necesario aunque sepa que probablemente no volverán. 
25. Uno para aprender a perder: "La hija del canibal" de Rosa Montero
26. Uno que asocie con la música que le gusta: "Tokio Blues" de Murakami
27. Un libro que le regalaron y no le gustó: Siempre le atinan,  normalmente mis gustos son universales
28. Uno que lo haya asustado: "El perfume" me dio mucho miedo cuando lo leí en la secundaria...todavía me incomoda un poco.
29. Uno que se haya robado:"El aleph" de Borges...y luego también me lo robaron a mi jejeje
30. Uno que pueda salvar vidas: El principito. Lo explica todo.

8 de agosto de 2011

Vaiven

Por distintas circunstancias, esta semana me detuve un momento a pensar en aquellas personas que fueron sumamente importantes en determinadas etapas de mi vida y que hoy ya no están.
He pasado por muchas despedidas a lo largo de 27 años de vida, unas más dolorosas,más difyuíciles o más  necesarias. Gente que muere,gente que viaja, gente que se transforma...
(Debo decir que en varias ocasiones he sido yo quien se ha ido al darme cuenta de que había cambiado lo suficiente para no poder estar más junto a aquella persona que había pasado de ser mi mejor amiga a ser  un ente extraño e indescifrable. Partir como opción y decisión).
Lo que me salva de la tristeza de ese recuento de pérdidas es la memoria misma. El recuerdo de los momentos felices que se acumulan y salen de repente haciéndome estallar en risas ingenuas y llenas de añoranza. Creo que nací para extrañar.
Aún así me alegro de tener la capacidad de recordar, de atesorar memorias que me salvan de mis momentos de desesperanza, de haber contado con todas esas personas en mi vida, de contar  con sus enseñanzas...
Me alegro con el vaiven de la vida que pone en mi camino gente maravillosa y extraña, desafortunadamente transitoria igual que yo misma. Transitoria y definitiva. Así las cosas.

***

Mi mayor miedo hoy no es morir, sino perder la memoria. Culpen a Campanella y su película El hijo de la novia.

Las sincronías me hacen llorar.

4 de agosto de 2011

Más de un mes

El tiempo vuela. Ya hace más de un mes que no escribo en el blog, y la verdad es que no me siento orgullosa. No me siento orgullosa porque en principio, este era un espacio para mi, para mi desahogo, un ejercicio personal de organización de ideas. Básicamente eso. Nunca intentó ser otra cosa.

Pero últimamente, pese a tener n-mil cosas en la cabeza, no he tenido la voluntad de escribir, de dedicar un poco de tiempo a repensar mi vida y tratar de darle sentido a través de un texto. Deprimente.

Es que hay tanto pasando alrededor y yo, la verdad, me siento un poco pasmada. Atorada. Stuck in a moment  you can't get out of.

Por un lado la infinita emoción de preparar una boda, de iniciar una nueva vida, de pensar en los detalles que hagan de esa noche algo especial...

Por otro lado, la infinita desesperación de estar en un no-lugar (antropológicamente el término es correcto), un pasillo hacia algún sitio. Es simplemente que mi miopía me impide ver puerta o ventana alguna.

De tal forma que mis nociones de tiempo espacio se tuercen y se combinan de una manera surrealista, queriendo que todo avance, queriendo que nada avance...al final el tiempo hace lo que le viene en gana.

Es como correr sin ritmo.

Cuando uno corre una carrera debe elegir su ritmo desde el principio y mantenerlo, sabiendo que esa es la única manera de llegar a la meta con -todavía un poco- aire en los pulmones. Sin ritmo, se corre el riesgo de no terminar, de cansarse, de agotar los recursos, de experimentar dolor. Si aceleras demasiado, si desaceleras demasiado, el riesgo de no llegar se vuelve prácticamente un hecho seguro.

Y sí, así me siento. Corriendo a un ritmo diferente al mio. Un ritmo que no elegí y con el que no me siento cómoda.

Algo debo hacer. Pronto. Antes de que el dolor me agote y decida tirar la toalla para sentarme a ver a los demás corredores pasar frente a mí.

Decidir.

19 de junio de 2011

La versión de mi vida/ 8 minutos antes de morir/ Submarino

La versión de mi vida


Barney encontró el amor de su vida mientras celebraba su segunda boda. Su vida, como la de cualquiera, está llena de errores y aciertos, de esperanzas y miedos. Pero sobre todo, de una fe inagotable en aquella mujer por quien nunca dejó de luchar.

Sólo al ver su vida como una historia, se pueden entender las casualidades y momentos que lo llevaron a vivirla de esa manera. Un ejercicio de memoria que nunca está exento de dolor. Me recordó al Big Fish de Burton, sustrayéndole la fantasía, dejando sólo la cruda realidad.




8 minutos antes de morir.


Jake Gyllenhaal y la ciencia ficción inteligente se llevan muy bien. Ya lo había demostrado con Donnie Darko y lo ratifica con esta película.

¿Qué pasaría si tuvieramos acceso a lo sucedido ocho minutos antes de una catástrofe? ¿podríamos alterar la realidad? ¿podríamos cambiar un evento futuro?

Es difícil relatar la historia de la película, pero puedo asegurarles que si fueron fans de Lost, o si les gustó Inception, esta es una cinta que no se deben perder. Seguramente los dejará pensando en todas esas realidades alternativas que pueden o no existir a partir de una decisión pasada que seguramente no recordaremos.

Submarino


Quiero pensar que esto fue lo que quiso hacer Iñarritu con Biutiful. Aunque no le salió ni la mitad de bien.

Submarino es de una incomodidad inclemente. Es una de esas películas que se te queda en la piel durante un buen rato, porque a pesar de su crueldad mantiene la ingenuidad de una mirada infantil, y nos demuestra que muchas veces conseguir perdonarnos por nuestros errores se convierte en una caída libre hacia la desesperación. Sólo una mano que se extiende puede librarnos de nuestros demonios. Crecer no siempre nos hace más sabios.

Es sinceramente de lo mejor que he visto en el año.

Mantén la concentración

Volví a tomar clases de yoga después e un tiempo de alejarme de ellas. En mi primer clase de mi retorno triunfal, en algún momento, mi cabeza voló hacia otro lugar. El profesor, entonces, me dijo en un tono bastante firme: "Marisol, mantén la concentración".

Esa simple frase se quedó grabada en mi cabeza durante toda la semana, he tratado de encontrarle el sentido y e entender porqué me movió tanto.

Lo admito, soy una persona bastante dispersa y últimamente eso se ha agravado hasta el punto en que he perdido el panorama de mi vida casi por completo. Hoy me parece que estoy viendo una pintura impresionista a una distancia demasiado corta. Necesito perspectiva.

¿Cómo puedo concentrarme si no tengo idea de dónde estoy? Me siento a la deriva. Una veleta adaptándose a la dirección que le impone el viento. La respuesta, después de meditarlo, consiste en concentrarme en mi misma. Me dejé de poner atención hace un tiempo. Dejé de hacer las cosas que me gustaban escudándome en la falta de tiempo, en los múltiples plazos por cumplir. En mis deberes.

Hoy quiero recuperar el tiempo perdido. Quiero escuchar aquello que me gusta, recordar aquello con lo que soñaba cuando era niña. Cuando tenía ocho años todo era claro: sería actriz y escritora. Mi sueño era estar en los escenarios y dedicar mi vida a las letras. Mi vida hoy tomó un camino totalmente distinto con mi complacencia absoluta.

Pero no dejaré que las letras se me escapen, porque las letras me han mantenido viva y cuerda  a lo largo de más de veinte años. Este blog, incluso, existe justamente como antídoto para mi latencia depresiva (si no lo sabían, escribir todos estos sinsentidos fue parte de la terapia que me sacó de la depresión hace unos años), lo mantengo porque escribir me hace sentir un poco menos fútil.

La concentración, entonces, viene a ser una completa consciencia sobre mi persona. Y no lo niego, es difícil, muy difícil, superar años de una educación en el que lo positivo era mirar siempre por los demás, cuidar de los demás, atender a los demás. Negarse un poco. Relegarse un poco.

Quiero volver a sentir al emoción que sentía antes de salir a un escenario cuando tenía trece. Quiero volver a sentir la emoción que sentía cuando era estudiante. Quiero sentir de nuevo la imperiosa necesidad de terminar algo.

Encontrar mi vocación.

Mantener la concentración.

3 de junio de 2011

Los amores imaginarios

Hoy en día los amores imaginarios son bastante comunes. En una época en que al compromiso se le huye como a la peste, resulta bastante cómodo esconderse del rechazo refugiándose en el amor al concepto del amor.Era igual hace diez años. O quizá es simplemente que mi generación, diez años más joven, era la misma.

Ayer vi la cinta Los amores imaginarios en el festival Distrital. La disfruté bastante, me gustó mucho el ritmo de la primera mitad, pausado (quizá sería mejor decir acompasado), aunque la segunda mitad lo pierde y comienza poco a poco a vaciarse de sentido el argumento. Quizá esa era la intención de Xavier Dolan, un chavito canadiense con mucho talento, pero a quién aún la experiencia no ha templado. (Chavito...acaba de escribir la casi-señora-casi-treintona al hablar de alguien de veintipocos).

En fin. La película se trata básicamente de un triángulo amoroso imaginario en que dos mejores amigos (un chico y una chica) caen en un profundo enamoramiento de un muchachete atractivo y deafiante, y de cómo ese enamoramiento acaba por transformarlos a ellos y a su amistad.

Me suena familiar.

Les decía yo, hace diez años conocí muchas historias similares, castillos construidos en el aire, pero con unas raíces sumamente profundas en el corazón de quienes las construyeron. Una historia así transformó mis amistades cuando yo tenía 22, enemistó a mis dos mejores amigos y me convirtió en testigo de lo real que pueden llegar a ser esos amores imaginarios.

El concepto.

Yo viví muchos años enamorada del amor. me costó mucho trabajo y muchas lágrimas entender que el amor, como algo real, es más una circunstancia que un concepto, más semilla sembrada que castillo construido. Eso no evita, sin embargo, que en mi corazón aún se encuentre arraigado el concepto del amor, y eso no le quita ni una pizca de fantasía a lo que imagino como amor todos los días.

Y es que siempre, o casi siempre si no se quiere ser absolutista, el amor es una imaginación de quien lo vive, y de cada lado de una pareja, una imaginación distinta. Al compararlas, pueden suceder dos cosas: magia o decepción. Ante eso, enamorarse del concepto del amor resulta una efectiva armadura. Imaginación o no, los amores nos erizan la piel, nos aceleran el pulso...y duelen, también muchas veces duelen. Pero, hay que ser sinceros ¿quién renunciaría a ellos? ¿quién renuncia voluntariamente a fantasear con el amor?

24 de abril de 2011

Esa cosa llamada Destino.

Esta semana vi dos películas que hablan de esa extraña relación entre destino y amor, una relación que a veces nos empecinamos en ver incluso donde no existe.

La primera (que en realidad fue la última que vi) es Agentes del destino con Matt Damon y una muy guapa Emily Blunt encabezando el reparto. Un hombre y una mujer se encuentran por coincidencia, se enamoran y quieren estar juntos, pero para lograrlo deben enfrentar al adjustment bureau, una suerte de policía cósmica que se encarga de mantener el GRAN PLAN en funcionamiento. En ese gran plan, por supuesto, el amor de estos dos muchachitos no tienen cabida, así que deben desafiar el orden de las cosas para poder entregarse al que, están convencidos, es su verdadero destino.

Bien romántico el asunto. Pero la película, más allá de eso, me dejó con una terrible inquietud en el alma. Para no spoilear mucho, sólo diré que parte de ese GRAN PLAN se ve impactado por el destino particular del personaje de Matt Damon, y para que ese destino se cumpla, no importa si oras vidas secundarias se ven modificadas. Vamos, hasta para el destino existen protagonistas y actores de reparto. Es de una tristeza infinita el sentirse tan insignificante...un planteamiento interesante sin duda, triste de cualquier forma. 

El argumento es interesante, la ejecución no siempre buena, entretenida de cualquier forma.

La segunda es Así pasa cuando sucede...Whatever works suena más bonito. 

Woody Allen es un pequeño geniecillo de la comedia y con esta película me hizo reir a carcajadas. Me recordó el aire de Annie Hall, pero me resultó fresca al mismo tiempo, con todo y que puso a otro actor a interpretarse a sí mismo. 

La historia va más o menos así: físico cuántico con un IQ muy superior al promedio, antisocial, divorciado, sobreviviente a un suicidio y retirado para más señas, conoce a una adolescente sureña ex participante de concursos de belleza que ha huido de su católico hogar después del divorcio de sus padres. La  jovencita le pide refugio, él acepta a regañadientes y los dos terminan en el altar, complicándose la historia al aparecer primero la madre y después el padre de la ex reina de belleza, quienes buscando a su hija se encuentran en verdad a ellos mismos.

El destino, en la visión de Allen, es totalmente otra cosa. Se llama azar, coincidencia a pesar de lo que dicten las leyes de la probabilidad. El destino en este caso, no se conjuga con lucha sino con aceptación. El amor es, no una coincidencia sino una acción, algo que debe ser dado y recibido en cualquier medida, en cualquier momento. A eso se refiere el Whatever works.




Destino.

Una de esas palabras que sí suelo escribir con mayúscula, debido al respeto que me impone. No creo en rutas trazadas, pero a veces sí. No creo en las llamadas que hace, pero hay veces en que algo te grita desde el fondo. Creo, sin embargo, y de manera absolutamente ciega, en las coincidencias. En un mundo con tantos millones de habitantes, encontrar a alguien con quien compartir una sonrisa, una aventura, o cinco minutos de conversación sigue pareciéndome un milagro. 

Y el amor. Esa es una coincidencia contra toda probabilidad. Creer en el amor es en verdad la prueba suprema de la fe y la ingenuidad de una persona. Encontrarlo...uf,encontrarlo es una bendición. No creo en las cosas escritas, pero se desde el fondo de mi ser que esa bendita coincidencia de cuatro letras te hace poner en perspectiva cada paso dado previamente a ese momento de encuentro. Y la lucha no es nunca contra una policía cósmica, la lucha es siempre contra esa bruma llamada rutina que nos enceguece frente a las pequeñas coincidencias cotidianas, tan importantes como ese primer encuentro. Ante eso, lo único que nos queda es la risa, cualquiera, el humor en cualquiera de sus formas...y después un beso. Whatever works.

7 de abril de 2011

Sucker Punch

Es como el sueño de todo hombre hecho realidad. Mujeres guapísimas y buenérrimas en atuendos diminutos peleando con cara de gata en celo contra dragones, guerreros imperiales sin alma, robots, soldados alemanes revividos con gas y mangueras...

Y yo la disfruté.

Para empezar me gusta mucho la estética de Snyder. 300 está en mi toptoptoptoptop (¿qué te pasa policarpio?) gracias a su atmósfera sombría, sus chorros de sangre, sus personajes monstruosos...y claro, esos abdominales que pueden hacer olvida todo lo anterior (Jebúz, gracias por Gerard Butler). Eso ya le daba un punto de entrada.

Después, me gustó el planteamiento de la locura. (¿les he contado que siempre he tenido miedo de volverme loca? - tema para otro post).Creo que es uno de esos casos en que forma se confunde con fondo y cada detalle visual cuenta algo. Personalmente la viví como una metáfora. Al final del día, vivamos lo que vivamos, lo que cuenta es la manera en que eso es representado en nuestra cabeza ¿o no?

También se vale que no les guste, no es una película para todos (odiaría usa la frase "no para cualquiera") pero creo que hay personas a las que la historia puede llegarles más facilmente. A los hombres, me queda claro, no les va a llegar, pero seguro disfrutarán una película de nudistas dignas de pelear con Kratos y ganarle. Dudo mucho que vean otra cosa que las graciles curvas de las muchachonas.

Mención aparte al maquillista. Simplemente WOW, hizo que la cara de cada una de las protagonistas fuera una oda a la belleza.

En fin, atrevanse a verla, coman palomitas atascadas y recuerden: Defend yourselves.

PD. Consigan el soundtrack y rolenlo, está buenísimo!

22 de marzo de 2011

Hola, soy Marisol y soy una novia bloggera con síndrome de Lisa Simpson.

Esto de planear una boda ha resultado ser un como sugar rush intenso. Después de un mes de infinita dulzura desparramada por cualquier rincón, me entró un pánico singular..bueno, a decir verdad no era pánico, fue simplemente un emotion overload  tan sutil como un elefanta paseándose en cristalería.

Aquí estoy yo, a mi casi-veintisiete-años tratando de encontrarle la cuadratura al círculo después de una adolescencia entera dedicada a pregonar a quién quisiera escucharme que NUNCAnuncaPORDIOSNUNCA!!! me casaría, porque el matrimonio es una institución anticuada que no responde a la realidad contemporánea y un papel no significa nada y además el modelo de familia está agotado y el amor no es un contrato y además no quiero hacer lo que todo el mundo hace y encima de todo yo nunca voy a tener hijos porque mi vocación es la de una mujer libre de ataduras en búsqueda de su propia felicidad...

Sí... así era. Pero un buen día ( me robaré la metáfora de Sergio) la idea de casarme floreció en mi, como ese experimento del frijolito en la primaria: de la noche a la mañana. Pero como el buen Sabines en su infinita sabiduría señalaba ¿es que tu sangre y la mia se encienden a distintas horas?

Pues sí, así fue. Nadie ha dicho nunca que el amor es una cosa sencilla. Viví un tiempo con mi esperanza vana  de quizá algún día casarme. Y aquí cabe apuntar algo, mi idea de casarme no era una idea genérica tipo "ya estoy en edad de casarme" ni mucho menos. Mi idea de casarme era más bien del tipo"quiero casarme contigo, y si no  con ninguno, y si no quieres te espero que al fin y al cabo con que estemos juntos me basta."

Pero la verdad no me bastaba. Yo quería un símbolo (maldita semiótica, me dejaste trastornada), quería un regalo, una prueba, no de amor, sino de apuesta. Quería sentir que este amor tenía un peso específico, un lugar en el mundo.

Para mí esto consiste, básicamente, en decir: te amo lo suficiente como para dejar que todo el mundo se entere y sostenerlo con la mirada en alto sin avergonzarme ni un ápice. Nada, nadita. Y podrán gritarme cursi y anticuada, y acusarme de retrógrada y pensar que yo voto por la derecha y que seguramente aprieto la pasta dental desde el fondo.

Pero nada de eso es cierto.

Yo sólo quería gritarlo. Gritar que creo en el amor eterno y que la única persona que alimenta esta fe es Sergio. Y que si no es él no es nadie.

Y un día, él también entendió. Entendió que no era exigencia, y entendió porque no me bastaba y entendió lo que significaba.

Y entonces me pidió que me casara con él. Y yo fue tan muy más feliz. Hasta  que otro día, un par de meses después, a mi me cayó el veinte y se me cayeron los calzones. Y me dió algo parecido al SPM y fui presa de mis hormonas y el malhumor cayó sobre mi como una tormenta.

Emotion overdose , les decía. Una combinación de "demasiada felicidad para mi", "algo tan bueno sólo puede estar equilibrado por algo muy malo por venir", "no puede ser cierto" y toda suerte de pensamientos autosaboteadores...

Para mayor entendimiento del lector, sufrí un proceso de duelo pero al revés. O sease, que requerí pasar por un montón de etapas para aceptar que un suceso así de importante y así de feliz iba a pasarme a MI.

Me choca cuando mi programación mental me impide ser feliz.

Afortunadamente, el proceso duró sólo una semana, y hoy estoy de vuelta a esa suerte de aceptación nebulosa que no va a ser completa hasta que me pruebe el primer vestido de novia (miedo, terror, mariposas en el estómago y lagrimita de Remi...todo al mismo tiempo).

Prometo ya no escribir sobre este tema. Yo se que seguramente el cine es más interesante para ustedes, pero entiendan que la única razón por la que este blog existe es por recomendación de la psicóloga que me sacó de la depresión hace cuatro años,así que de vez en cuando debe cumplir su cometido y sostener mis palabras rotas sin destinatario aparente.

Al pareces me he convertido en una novia bloggera. Sólo espero no ser pronto un ejemplo de blogging mom para @svillegas, en ese aspecto mis ideas siguen impertérritas (amo esta palabra).

16 de marzo de 2011

Un despertar glorioso vs Amigos con derechos

Ambas comedias divertidas. Ambas con un elenco bien elegido. Ambas con un final feliz. Ambas comedias inteligentes dirigidas a esta generación borrosa de personas entre los veintitantos y los treinta y pocos que vamos por la vida tratando de encontrar nuestro bonito rincón en el mundo, nuestro talento y la ruta hacia nuestra realización.

Me quedo, sin embargo con Amigos con derechos por una simple y sencilla razón:




YO TAMBIÉN LE APLAUDÍ AL TRASERO DE ASHTON KUTCHER.

No me culpen, es bonito.

Ahora que si son hombres, el de Rachel McAdamas sale enfundado en unos muy sexys calzoncitos en Un despertar glorioso.

Tan tan.

7 de marzo de 2011

La roca que siempre estuvo ahí

Creo que ya lo he dicho antes, pero lo confirmo todos los días. Si algo me gusta de las historias es esa sensación de propósito que encierran, esa suerte de destino contenido que hace que todo pueda hilarse de manera coherente, convirtiéndolas en algo verosímil, estableciendo un estilo narrativo, convirtiéndolas en algo único que no puedo haber sido de otra manera.

Tenía ya un rato sin escribir de cine (no por falta de ganas, créanme) y aunque estoy un poco atrasada no quería dejar de escribir de 3 cintas en particular que me pusieron la piel chinita.

La primera Black Swan. Natalie Portman tenía  que ganar ese Oscar. La historia me encantó y me mantuvo al filo del asiento toda la función. El maquillaje y el diseño de producción son impecables. Y Mila Kunis...bueno, Mila Kunis me hizo recordar el concepto de heterosexual flexible que ya se me había empolvado jajaja.

Darren Aranofsky es un gran director y creo que cada cinta suya me gana un poco más.En esta en particular demostró su entendimiento de la psique humana y logró conferirle una suerte de terror psicológico muy al estilo a un laberinto de espejos que termina por provocar desesperación y aturdimiento. No me atrevo a decir que debió ganar como mejor película, porque según yo debió ser Inception, pero si ya iban a irse por el drama como toda la vida, creo que si le tocaba.

Después, la ganadora, El discurso del rey. Conmovedora, divertida y clásica. Se le nota a leguas la factura inglesa. Pero a pesar de su conservadurismo visual y narrativo, ver a Colin Firth y Geoffrey Rush actuando juntos no tiene desperdicio.

A mi me llegó porque yo misma enfrenté problemas de lenguaje en mi infancia y una mal pronunciada "R", que persiste de manera disimulada hoy en día, me provocó toda clase de burlas. Al menos mejoró con los años...

En fin, creo que es posible leer la historia en varios niveles y todos ellos muy interesantes, desde el poder de la psicoterapia, el valor de la amistad, el amor incondicional en el matrimonio, los juegos de poder hasta la influencia de los nuevos medios en la conformación de la imagen personal. Toda una joyita, pero como dije, no creo que mereciera ganar mejor película. El guion muy bien, pero es muy tradicional cinematográficamente hablando.

Y al final 127 horas. Justo al contrario de lo que pasa en El discurso del rey, los recursos visuales de Boyle son de una frescura infinita. Por algo es de mis directores favoritos, siempre encuentra una manera distinta de mostrarte las cosas. siempre. Y eso hace que sus películas siempre tengan un factor sorpresa que no puedo resistir. Simplemente me encanta.

Y si ustedes no se retorcieron en su asiento mientras Aaron se liberaba de la roca...bueno, ¿pues de qué están hechos? Y el soundtrack...miren que cerrar con Sigur Ros...

Al final, las 3 películas me gustaron porque tienen algo en común: una estructura del relato impecable. Un protagonista enfrentando su destino sin posibilidad de escapar de él. Y es que las mejores historias pueden resumirse en eso, en un "héroe" que sabe que hay una roca, su roca y que toda su vida se encaminó siempre hacia ella. No podía ser de otra forma.

Yo sigo andando para encontrar la mía.

Benditas historias, alimentan mi fe en la entropía.

28 de febrero de 2011

Y las cosas más triviales se vuelven fundamentales...

...porque estás llegando a casa.

El primer poema que le dediqué a mi amorcito fue, justamente, uno de Benedetti. Sin atreverme a decir Te amo, buscaba simplemente los Te quieros retóricos que escondieran a medias lo que no me atrevía siquiera a pensar

Pero no era de eso de lo que quería escribir.

Era de llegar a casa.

Cuando era niña una de mis más grandes obsesiones en la vida era mudarme. Nunca me gustó mi casa, demasiado pequeña y demasiado extraña para mí. Nada de lo que en ella había reflejaba ni siquiera fugazmente aquello que yo soy, o era o sería. Pasaba muchas horas soñando despierta en mi casa ideal.

Mi casa ideal, me decía, tendría grandes balcones por donde la luz del sol entrara a iluminar cada rincón. Tendría unas lindas cortinas blancas, las paredes serían brillantes, amarillas quizá o lilas en el cuarto. sencillamente positivas y deliciosas. Tendría una gran sala en donde cupieran todos mis amigos. También tendría un lugar para leer, grandes libreros y un sillón exclusivo para mi. Con los años, le agregué una cocina amplia con un horno práctico y funcional y un lugar para ver películas. Mi cuarto sería una especie de loft todo incluido, mi propio país.

No he dejado de soñar con esa casa, y espero encontrarla algún día. Hoy le he agregado el requisito de tener vista al mar en alguna playa virgen. Soñar no cuesta nada.

Pero también ha sucedido que en una dimensión paralela, me doy cuenta de que en realidad ya no me importa. He hecho las paces con mi antigua casa a raíz de que fui abandonada en ella por mi familia y he aprendido a verla con otros ojos en este año largo que llevo viviendo sola.

He redefinido mis conceptos, y mi sueño de tener una casa se ha transformado en la realidad de formar un hogar, con todo lo que de difícil tiene. Hoy sé, que las ventanas más grandes son aquellas que abro no para que entre el sol, sí para que puedan asomarse a lo que tengo dentro (ya saben, metafóricamente hablando). También sé que la cocina amplia deja de ser relevante si pienso que para obtenerla perderé todo mi tiempo para cocinar, antes prefiero poner todo mi cariño en los platos sencillos que comparto con los demás. La vista al mar...bueno, eso es algo a lo que en verdad no quiero renunciar. Pero al menos ya tengo mis paredes amarillas y mi sillón-exclusivo-rincón-para-leer. Con eso me basta por ahora, y aunque se que siempre querré más, sé que el antídoto llega cada noche:


No lo creo todavía 

estás llegando a mi lado 
y la noche es un puñado 
de estrellas y de alegría 



palpo gusto escucho y veo 
tu rostro tu paso largo 
tus manos y sin embargo 
todavía no lo creo 



tu regreso tiene tanto 
que ver contigo y conmigo 
que por cábala lo digo 
y por las dudas lo canto 



nadie nunca te reemplaza 
y las cosas más triviales 
se vuelven fundamentales 
porque estás llegando a casa 



sin embargo todavía 
dudo de esta buena suerte 
porque el cielo de tenerte 
me parece fantasía 



pero venís y es seguro 
y venís con tu mirada 
y por eso tu llegada 
hace mágico el futuro 



y aunque no siempre he entendido 
mis culpas y mis fracasos 
en cambio sé que en tus brazos 
el mundo tiene sentido 



y si beso la osadía 
y el misterio de tus labios 
no habrá dudas ni resabios 
te querré más 
todavía.

8 de febrero de 2011

Me siento vivooo uoo-o-o-o

NOTA: ESTIMADO LECTOR ESTE POST ES DE UNA CURSILERIA INFAME. SI USTED NO CREE EN EL AMOR ABSTÉNGASE DE LEERLO.

Siempre quise una aventura que asombrara al mundo. Cuando era niña supe que había nacido para enamorarme, no una y otra vez y cada rato. Sólo una vez y profundamente. Nunca lo imaginé, no soñaba despierta con príncipes azules, pero cada vez que leía una historia de amor, que veía una película romántica e incluso cuando escuchaba una canción de amor cada centímetro de mi piel se erizaba y en algún lugar en mi pecho se encendía un deseo que me sentía incapaz de satisfacer. 

En la prepa no faltó quien se burlara cuando, después de leer Marianela, afirmé vehementemente que se podía morir de amor. Al final, mi calvario se aclaró cuando, ya en la universidad, un profesor para el que nunca me alcanzó la admiración nos dijo severamente: en este mundo ya la única obscenidad es el amor. 

Nunca lo esperé. Simplemente sucedió. Miré al frente, me encontré contigo. No escuché campanas, no sentí un rayo fulminante. Lo único que sentí fue una sonrisa gigante dibujándose en aquel rincón del pecho del que ya no me acordaba. Nos sentamos juntos. Nuestra historia es tan ñoña que ni siquiera vale la pena detenerse en los detalles.

¿Sabía que te iba a amar así? No, no lo sabía. Pero cada miércoles esperaba con ansiedad esos largos minutos en insurgentes. No requería de tus palabras, ni de tus miradas. me conformaba con sentirte cerca para sentirme tranquila. Y entonces, en la oscuridad del cine, me atreví a tomarte de la mano para después besarte. 

¿Lo sabía entonces? No, tampoco en ese momento supe lo que ibas a significar para mi. Una semana después eramos novios. Sólo entonces hablamos. Te dije que estaba loca, que más valía establecerlo desde el principio. Me dijiste que tu libro favorito era El Principito. Te dije que me sentía Josephine March. Me dijiste que no te entendería hasta que leyera La insoportable levedad del ser. Te dije que me gustaba el aroma a tierra mojada. Me dijiste que te gustaban las vacas. Me dijiste que te gustaba el mar. Te dije que soñaba con ir a Praga.

Supe que eras alguien importante. Pero tampoco entonces supe que te amaba.

Supe que te amaba el día que, sosteniéndome en tu regazo, mientras acariciabas mi cabello (y después de una terrible experiencia alcohol-antihistamínicos) me dijiste al oído: Yo estoy aquí, no te preocupes.

Así ha sido siempre. Tu has estado aquí. No tengo nada de qué preocuparme.

Has estado aquí en las buenas y en las malas. En cada momento importante.En cada momento definitivo. Dormimos lado a lado en el velorio de mi abuelo. Estuviste junto a mi el día que mis padres se divorciaron. Viviste conmigo el luto largo por una amiga que desapareció. Fue tu mano la que sostuvo la mía el día que nos graduamos. Me escuchaste después de mi primer día de trabajo. Fueron tus palabras las que me alentaron en mis momentos de mayor tristeza, fueron tus sonrisas las que detuvieron mi llanto. 

Viajamos juntos. Saltamos juntos. Sonreímos juntos. 

No podía ser de otra forma.

No todo ha sido perfecto. Y me alegro por eso. Porque cada pelea y desacuerdo nos ha hecho más fuertes y cercanos. Porque cada lágrima ha sido pagada con mil sonrisas y suspiros. Te tuve miedo durante tanto tiempo, miedo a estar tan enamorada, miedo a amarte tanto, miedo a ser tan vulnerable...

Pero hoy se que somos un gran equipo. y navegamos por la vida en nuestro Kayak ;) Me has dicho las mejores palabras de amor, y son las mejores porque son las más sinceras: 

no te voy a mentir, habrá momentos en que tendremos miedo de enfrentarnos a las olas, y seguramente nos toparemos con vientos que nos hagan difícil seguir adelante. Habrá también etapas en que demos vueltas porque uno quiere ir hacia un lado y el otro hacia otro, pero se que bastará con mirarnos y hablar para poder desatorarnos y avanzar. Porque al final eso somos, dos mensos que agarran un kayak y deciden lanzarse a navegar juntos. Pero tú eres mi compañera perfecta. Tú y yo somos el mejor equipo.
Lo somos.

Y definitivamente, tú eres la aventura de mi vida.

Nosotros.

Esa es mi palabra.

3 de enero de 2011

Primer post del 2011 que debió ser el último del 2010

No tuve tiempo de escribirlo en las últimas semanas. Aunque la verdad tampoco tuve el valor de hacerlo. Hoy, ya pasados los efectos del trastorno afectivo estacional, creo que tengo un poco más de claridad mental para acometer la misión.

NOTA: Éste es un test terapéutico -y largo-, si no les interesan mis quejas infundadas, por favor absténganse de seguir leyendo.

El año pasado lo inicié llena de esperanzas y afirmando con fe ciega que sería el mejor año de mi vida. Tenía sólo dos deseos: un mejor trabajo y que - por fin- me pidieran matrimonio.Era lo único que quería.

Y pues ahí tienen que los dos deseos se me cumplieron. Claro, en los términos en que la vida quiso.

La vida interpretó un mejor trabajo como una mejor paga y más responsabilidad (no lo nieguen, todos ustedes lo interpretan igual) y para mí estaba bien. Para mí un mejor trabajo significaba justo eso al principio del año: un sueldo que pagara mis viajes y mis cuentas sin mayor problema.

Lo que descubrí a lo largo de estos largos y duros meses es que en realidad no era eso lo que necesitaba. Me dí cuenta que no era eso lo que me hacía feliz. Hacia el final del año comencé una caída libre hacia ese sitio negro y lleno de arañas que se llama depresión y luché con todas mis fuerzas para encontrar una cuerda que me mantuviera unida al mundo. Un resquicio de luz en la oscuridad. Me fue difícil encontrarlo.

Me di cuenta, más que nunca antes, lo importantes, valiosos e indispensables que son mi familia y amigos en mi vida. Lo mucho que amo el cine. Lo mucho que me divierte escuchar el radio por la mañana. Lo necesario que es para mí mantener ese alguien que no puedo ser durante las horas de oficina, ese alguien que se deleita ante una buena fotografía, que disfruta los musicales, que ama aprender algo nuevo TODOS los días. MI TIEMPO. No concibo trabajar como he venido trabajando en los últimos meses, saliendo de madrugada, llevándome trabajo a casa los fines de semana...no puede ser. Creo que finalmente las cosas empiezan a tener un orden y poco a poco en las últimas semanas he vuelto a respirar...pero aprendí que el trabajo NUNCA podrá ser la prioridad número uno en mi vida. Soy una adicta en potencia, y es bien fácil convertirme en una workaholica, pero me niego. Prefiero los vicios elegidos, cosas como comprar DVDs y leer buenos libros.

Aunque aclaro, me siento profundamente agradecida por todas las oportunidades y el desarrollo que mi carrera ha experimentado este año. Es sencillamente que no las imaginaba así, y el que las cosas se desarrollaran de esta manera me hizo tener que mirar más profundo. Hoy entiendo más que al inicio de 2010 cuáles son los ingredientes de mi felicidad.No quiero volver a sentirme culpable por tener que sacrificar de manera sistemática aquello que disfruto. Soy bien consciente de que para lograr nuestras metas hay que hacer sacrificios...pero hoy tengo más claro que nunca (siempre lo he sabido) que mis metas no son sólo laborales, y que puedo hacer concesiones, pero no estoy dispuesta a sacrificar a largo plazo lo que amo por lograr aquello a lo que la gente suele llamar éxito.

En verdad, cada noche llegaba a mi casa sintiéndome defraudada por mí misma. No hubo una sola reunión con mis amigos  en el mes de diciembre a la que asistiera. Me sentó fatal. No cociné la cena navideña, pfff, por primera vez en 10 años.

Respecto al segundo deseo...prefiero reservarme mis comentarios. Simplemente diré que en verdad este año en verdad se ganó las palmas por la creatividad para interpretar lo que pedí. Y eso me llevó a un montón de lagrimas y telarañas mentales que aún no acabo de limpiar...

Peeeeerooooooo...

Más allá de mis deseos incomprendidos, mi depresión estacional y mi personalidad culpígena de toda la vida, debo reconocer que hubo ciertos eventos que hicieron que, efectivamente, 2010 fuera uno de los mejores años de mi vida:

- Porfinporfinporfin conocí Nueva York. La vida, una vez más, me cumplió el deseo, aunque -una vez más- me lo cumplió raramente. Yo quería ir con Sergio y al final me tuve que ir yo solita. Es el primer viaje que hago sola. Amé la ciudad. Amé los museos. La lista enorme de pinturas que quería ver cuando era niña se ha hecho cada vez más corta. Nada se compara a poder ver la Noche Estrellada de Van Gogh y Las señoritas de Auvignon de Picasso en la misma sala. Nada. Lloré de la pura emoción.

- Regresando del viaje a Nueva York pasé mi primer fin de semana viviendo sola. Así de rápidos se sucedieron todos los cambios en mi vida. Mi familia agarró sus maletas y se mudó a una cuadra de distancia.Yo me quedé en la casa en que he vivido toda mi vida, pero hoy finalmente puedo llamarla mía.

- El mejor trabajo en realidad ha sido una bendición. No importa cuan amargamente me queje.

- Y pues ¿qué más? Me fui a nadar con un tiburón de ballena al lado de mi persona favorita y la que más amo en todo el mundo mundial. Nada, nada, nada es mejor que saber que este es un año más que sumamos juntos. No importa cuanto tiempo pase, el 11 siempre será mi número de la suerte. Mi número primo gemelo, único e irrepetible.

Para cerrar. Antes de concluir el 2010 leí finalmente El mago de Oz (mea culpa, nunca lo había leído) y me quedé con una enseñanza deliciosa: lo que deseas, ya lo tienes.Pero para descubrirlo el camino nunca es fácil y rara vez implica quedarse sentados cómodamente. Además, también implica conocer gente y lugares nuevos y contar siempre con amigos dispuestos a trabajar con nosotros y ayudarnos a salir de los embrollos más complicados.

Decidí iniciar este 2011 con un sólo propósito: encontrar en mí la confianza para saber lo que quiero. Ningún deseo. Dejemos que la vida me sorprenda.