31 de enero de 2008

La vida es un viaje...

Ayer fui a ver Viaje a Darjeeling con mis dos mejores amigos y mi novio. La película es realmente buena y me puso a reflexionar en torno a algunos temas.

La historia narra el viaje de tres hermanos en el Darjeeling LTD., un tren que recorre la India. Los tres llevan vidas totalmente distinta y distantes, viviendo como tres extraños desde la muerte de su padre. Y se ven reunidos en un "viaje espiritual" organizado por uno de ellos a raíz de su encuentro cercano con la muerte; viaje que tiene la finalidad de estrechar de nuevo los lazos que los unían y que ahora parecen haber desaparecido.







Con una madre desaparecida y cientos de secretos entre ellos, se embarcan en una aventura que incluye serpientes venenosas, perfumes rotos, zapatos perdidos, plumas de pavo real y medicamentos sin prescripción.
Más allá del formato de road movie, ésta es una historia de pasiones y defectos, de amor, de lealtad, pero sobre todo, una lección: dejar el pasado atrás.

Es fácil apegarnos a nuestros miedos, dudas y resentimientos. Nuestros sentimientos van llenando maletas que insistimos en cargar sin importar cuna difícil o escarpado se el camino, con la vana ilusión de haber guardado en ellas lo que necesitamos.

¿Necesitamos un corazón roto? ¿Necesitamos el temor de estar solos? ¿Necesitamos la insatisfacción y el miedo al porvenir?

Cuando habamos de una familia, muchas veces los lastres son compartidos, con un significado distinto para cada uno de los miembros, tristezas, reproches. Más fáciles de guardar en la maleta que de compartirlo verdaderamente.

En Viaje a Darjeeling, la importancia de reconocer en el otro a una persona, imperfecta y perfectible, única e irrepetible con defectos y sentimientos propios sin las proyecciones de los nuestros propios resulta vital.
Los tres hermanos, atados aun pasado doloroso y no superado, viajan juntos por convicción más que por gusto, por aquello que los ata más que por aquello que los une. Sólo para descubrir que comparten más de lo que aparentan y a un nivel mucho más profundo.

Sus vidas se desbaratan, se despeñan, y la única red de contención son las vidas también imperfectas de los otros: su familia. La única red que queda, los únicos personajes constantes cuando todo se ha ido al carajo.

Sólo hay una manera de avanzar en el viaje: olvidar el itinerario y dejar el pasado atrás. Nunca sabemos que personajes nos ayudarán a poblar el tren de nuestar existencia, algunos por unos momentos, otros para toda la vida.

Muchas veces no es necesario un destino definido. A veces sólo es necesario saber de dónde partimos.

La vida es un viaje. Decídamos cómo y con quien viajar. (Yo prefiero andar ligera de equipaje, uno nunca sabe lo que puede encontrar en el camino).




(The Darjeeling Limited de Wes Anderson, USA, con Owen Wilson, Adrien Brody, Jason Schwartzman).

28 de enero de 2008

La chilanga banda...


El viernes pasado fui a ver a la Plaza de Toros México a una de mis bandas favoritas de la vida y el amor: Café Tacuba.


Mi idilio con ellos comenzó hace ya algunos ayeres, cuando era yo una puberta caprichosa que no sabía nada de nada. Cada canción, cada disco es parte de mi vida y me ha acompañado en el doloroso y largo proceso de crecer.
Justo el viernes mientras volvía a casa con mi novio, le contaba las veinte mil tres dos anécdotas que sus canciones me hacen recordar. Estas son sólo algunas:

La chilanga banda: me recuerda invariablemente a Andrés Casasola, alias "el chochos" ex-compañero de la secundaria del que nada he vuelto a saber y que decía ostentar el record de velocidad en repetir la canción sin equivocarse...un par de veces intenté retarlo, claro, siempre me ganaba.

Las Flores: Canción favorita de Octavio, ex novio de la preparatoria...bastante poco memorable, cagado él y divertido. Me gustaba su amigo Francesco.

Esa noche: Me remite invariablemente a aquellos días de la preparatoria en que Alegre, violín en mano y acompañado de un cuarteto de guitarras nos deleitaba a mitad del patio con sus interpretaciones...ah, ¡claro! y la ocasión en que Augusto se puso a ¿cantar? con ellos jajaja, era él bastante desafinadito pero le ponía emoción.

El borrego: Era la canción de Augusto...bueno, eso decíamos todos, je:

Soy activista, sindicalista, soy agresivo, y muy alternativo...
Y en las tocadas la neta es el slam
pero en mi casa si le meto al tropical.


La ingrata, La chica Banda, Las persianas: Las mejores canciones para bailar en las fiestas!!


El fin de la infancia: Siempre m remite a aquel viaje a Oaxaca en que me gustaba un tal Lonardo y me volví Instant Friend de Laila, a quienes en mi vida había visto...super chido!!


El baile y el salón: Augusto me la dedicó alguna vez ....eso me lleva a otras historias no tan agradables.


El puñal y el corazón: Una de mis favoritas. Con esa canción siempre me acuerdo de un día en Mi Lugar (ese era el nombre de una cafetería bastante chafa que estaba enfrente de la prepa) en que mis mejores amigas y yo escuchabamos música mientras observabamos embobadas al Niño de los licuados (aaaaaa) tan hermoso él, precioso él....cuando comenzó esa canción y llegó la parte rápida, me puse a bialar como vedette...ellas cagadas de la risa, yo cagada de la risa...construimos un recuerdo imborrable.


Ojalá que llueva café: Con esa canción siempre me acuerdo de Dulce, quien durante muchos años fue una de mis mejores amigas, y que tristemente, ya no lo es =(


Tirate: Jajajaja mi mejor amiga solía tener fragmentos de esa canción como su nick en el MSN.


Eres: Puattts, ¿qué puedo decir? esa canción me hace llorar. Se la dediqué a mi novio cuando salió, y áún puedo recordar aquel concierto de Café Tacuba/Placebo en que nos abrazamos durante toda la canción...fue mágico.


En fin...todos los conciertos, todas las canciones. Para mí el disco de Re es el soundtrack de mi paso por la preparatoria. El 4 caminos acompañó mis últimos tiempos en la universidad. Mis amores, mis amistades, muchos de mis recuerdos están eternamente ligados a Café Tacuba.

Sencillamente los amo...


Y estaré con ellos el 12 de marzo en el Palacio de los Deportes!!! Ja, mi amiga, por supuesto, también estará allí.

Si se puede, ella es aún más fanática que yo...grita y se jala los pelos, y llora, y vuelve a gritar...ay, es todo un personajazo.

24 de enero de 2008

Abuuuurriiiiiidaaaaaaaaa......

Hoy estoy particularmente aburrida. Ni los vientos sorprendentes me sorprenden. Bua. Quiero llorar del aburrimiento.

Eso del ocio no es lo mio. Lo mio, lo mio, es estar haciendo siempre tres o cuatro cosas al mismo tiempo, peleándome con los números o con la gente, ordenando cosas... y hoy no tengo nada que hacer en la oficina. Cada vez falta menos 10, 9, 8,7.... ni para que contar, el tiempo se hace eterno cuando uno está aburrido.

En una ocasión, en el colmo del ocio y el aburrimiento puse en google: aburrido. Si así, la palabra tal cual.

Yo no sé que esperaba:¿que bailaran elefantes rosas con tutú en el pasillo de la oficina? -sería divertido pero no pasó- ,¿que mi jefe se tirara accidentalmente una taza de café frio encima? - eso sería aún más divertido pero tampoco pasó-, ¿que se fuera la luz - de nuevo- y nos pudieramos ir temprano? ¿que se armara el pleito entre las de compras y las de planeación?- habría tenido que apostarle a planeación. Pues no, nada de eso pasó, sólo la más infinita lentitud, una curvatura extrema del tiempo que le obligó a disminuir la velocidad...

Lo único que pasó entonces fue que hallé esta página:

http://www.urban75.org/useless/bored.html

plagada de cosas para hacer cuando estás aburrid@. La verdad es que es una verdadera tontera pero me hizo reir mucho.

Y hoy, que estaba tan patéticamente aburrida, lo recordé y decidí compartirlo.

Cosas que me desaburren:

Leer
Ver TV
Imaginar
Rayonear (a lo que yo hago no se les puede llamar dibujos)
Escribir
Hablar por teléfono
Platicar
Recordar
Tratar de no pensar en pingüinos.....

Conozcan mi oficina


Je. Este es el lugar donde paso más de 8 horas al día... Muy Feng Shui no?

17 de enero de 2008

La energía no se crea ni se destruye...

El tema de los energéticos me apasiona. Yo creo firmemente en que el desarrollo del país está ligado a un desarrollo sustentable en materia energética, sin el cual los esfuerzos en otras áreas se verán mermados por nuestra excesiva dependencia del petróleo.

En algún momento de la vida pensé en dedicar mi tesis al tema de la Reforma Energética. Dediqué seis meses a investigar las raíces de una de als reformas estructurales que en aquel moento impulsaba Vicente Fox. Entre los vericuetos de los planes sexenales, análisis de noticias y discursos,y un monton de datos históricos y económicos bastante interesantes aterrizaba mi hipótesis en la veta discursiva de la modernidad. Una modernidad que parecía justificarlo todo, una modernidad que sólo se hallaba afuera. En otros, en los modelos probados en otros países (Inglaterra y EU por poner algún ejemplo): en la privatización.

Esa es la jugada en la que apuestan nuestros queridos políticos. Una jugada que armaron con Fox y a la que siguen limpiando el terreno en la búsqueda del momento perfecto para tirarla. Todo apunta hacía eso: la inversión en el mantenimiento y desarrollo de Pemex ha disminuido, no es de extrañar que haya tantos incidentes últimamente. Es má fácil convencer a la gente de que es necesario privatizar para que hay un mejor servicio, si antes los convences de que el que hay es pésimo.

La energía eléctrica, por otro lado, aumentará este año aun ritmo de 4% mensual. Ese aumento terminará convirtiéndose en el retiro del subsidio a las tarifas residenciales, y en el permiso a las empresas para producir su propia electricidad. Mientras los vientos del sur siguen desperdiciándose.

La gasolina también sufrirá un aumento. Mientras seguimos sin poder invertir en refinerías.

Claro. No es de extrañarse que Mouriño esté en gobernación. Otro indicio más de que la jugada se cocina.

Un breve perfil del hombre. Cuando aún no llegaba al puesto:

http://www.el-universal.com.mx/nacion/141670.html

PD. Lamento el tema serio. Hoy recordé que me gusta la política.

16 de enero de 2008

Alguna vez fui...


Simplemente se me escapan:
Tu magia, tus colores,
La forma de tus sueños.
En vano intento mis manos,
Mi alma,
Se esfuerzan por seguir tu vuelo.

Plantada en el suelo,
Miro el correr de los vientos.
No te extraño ni te anhelo.


9 de enero de 2008

Si el mundo fuera un musical.....

Siempre me han gustado los musicales, el cine y el teatro ya me parecen mágicos en sí mismos, poseen la habilidad de transformar la realidad y crear cosas nuevas, son por sí mismos fascinantes. Pero los musicales...los musicales son otra cosa.

Cuando era pequeña recuerdo haber visto el Mago de Oz en múltiples ocasiones, y por supuesto, entre las cosas que más me gustan de las películas de Disney se cuentan las canciones. Mi amor platónico era Jon Travolta en la película de Stayin' Alive (casi no me gusta Fiebre del Sábado por la noche).

Soñaba con ser Bella y bailar junto a platos y tazas parlanchinas. Aún ahora, siempre que paso junto a algún puesto de flores no dejo de pensar en la canción aquella de Alicia en el país de las maravillas: Es la fiesta del jardín por la tarde.... y la canto.

A mi novio le da flojera esa afición mia por los musicales. Es absurdo, dice, que la gente cante en medio de la nada y bajo cualquier pretexto. El punto es indefendible. Los musicales son terriblemente absurdos, y es quizá por eso que los disfruto.

Y es que para el caso, yo también soy terriblemente absurda. Mi hermano detesta salir conmigo a la calle y sus amigos piensan que estoy loca. La causa es que me encanta cantar cuando voy caminando sola por la vida. Amo la música. Me fascina. Quizá por eso no me parece tan increíble que la gente se suelte a cantar en medio de una declaración de amor... ( sí, muy en el estilo de Todos dicen que te amo).

Al caso, es que, a pesar de esa flojera infinita que le dan los musicales, mi novio me invitó ayer a ver The Lion King en el Auditorio Nacional. Es maravilloso, realmente fantástico. Me sorprendió la voz de Rafiki, la actación de Scar, el entrenamiento corporal de todos y cada uno de los que participan en el montaje. Timón es un títere, y llega el momento en que uno se olvida de que alguien lo maneja.

Si algo me impacta de los musicales, quizá un poc más en el teatro, es la habilidad de hacer que la magia sea real, de hacer que el mundo se transforme frente a tus ojos, de convertirte en cómplice de una mentira maravillosa.

Me asombré con la estampida de Ñus, y con la caída de Mufasa al precipicio. De verdad, me quedé con la boca abierta. Más tarde regresando a casa, me reí de mi misma. Unos leones que hablan no me causaron la misma impresión.

Hay que aprender de nuevo a ver.

PD: Lo único que eché en falta es esta canción, sustituida en la obra por un charleston ptttt (eso fue una trompetilla):


2 de enero de 2008

Años nuevos...

Horror de horrores, he comenzado el 2008 con una gripa espantosa...creoq ue no he estado bien desde hace como4 meses. He recaído en la gripa como 3 veces, me enfermé de la garganta una vez y así... creo que me hace falta el cevalín que me daba mi mamá cuando era niña.

Fuera de eso, creo que el año no empieza mal. Tengo trabajo un novio al que adoro, una familia adorable y mis amigos siguen allí, a mi lado.

Ayer, revisaba el diario en el que escribía cuando estaba por salir de la prepa (sí, yo escribía un diario) y me vinieron muchos sentimientos viejos y no tan viejos. Recuerdos de "crisis existenciales" (soy una mala amiga, el mudo no me entiende, soy tan rara, cuándo llegará a mí el amor...) enamoramientos apasionados y eternos (escribí sobre un tal Lonardo del que no me acuerdo, sobre Claudio y lo mucho que sufría por él, sobre lo decepcionante que fue andar con Octavio y las esperanzas y suspiros irremediables por un Israel, un Marco, un Ventura...en fin, todos olvidables y prescindibles), pero entre todas esas cosas definitivas y trascendentales (ajá) que pasaron en mi vida, encontré nombres que aún habitan en mi mundo, nombres sobre los que no escribía tanto pero que han sido quienes más han escrito sobre mí.

Mis amigos, con quienes casi diez años de experiencias, de alegrías, de tristezas de pleitos y reconciliaciones me unen. Los nombres que siguen en mi libreta de contactos a pesar de los múltiples cambios de celular y de los correos electónicos hackeados. Amigos que han estado en mis peores momentos (ay, como duele crecer), que me ayudaron a pasar Geometría Analítica sobornando a mi maestra con una bolsa de picafresas...porque sabían que mi de presión era terrible en el año en que padecí la enfermedad y la muerte de mi abuelita.

Elisa, Israel, Carolina, Marquitos, Augusto (a pesar de todo), Sergio, Christian, Zuleyma, Marycarmen y un nombre que ya no se repite más, pero que acompañó también esas páginas: Dulce.

A todos ellos, no me queda más que agradecerles por existir, por habitar a mi lado ya sin los azotes de la adolescencia, con las preocupaciones nuevas de ser adulto y tener que trabajar.

Han pasado ya muchos años nuevos. Y reencontrar sus nombres medio perdidos en páginas escritas hace ya casi diez años, me ayuda a poner en perspectiva todos mis azotes actuales.

Este trabajo está ahora, pero no sé si estará en diez años, lo que si sé es que las fotos de las vacaiones que pude tomar gracia a él permanecerán por siempre en mi corazón. Esta falta de tiempo para hacer lo que quiero y las miles de dudas respecto a mi futuro, desaparecerán o cambiarán algún día por otras dudas y otras preguntas más apremiantes, pero los momentos que paso con mi familia y las personas a las que quiero no se perderá. Eso es importante.

Me gusta mirar atrás y darme cuenta que la mayoría de esos problemas de los que hablaba a los 15-16 años se han resuelto, pero todas las alegrías siguen allí. Sigo dudando sobre mi destino en esta vida, sobre lo que debo hacer, incluso sobre mi vocación, pero mirando hacia atrás me doy cuenta de que eso no es lo importante.

Lo importante es lo que permanece. Años nuevos más, años nuevos menos.

Adiós a los problemas que se resolvieron. Bienvenidas las alegrías que llegarán para quedarse.