29 de junio de 2010

El gran placer de las buenas historias

Siempre me he asumido como una relato-adicta. Consumo historias en cantidades industriales: libros, canciones, películas, pláticas, anécdotas, películas...

Hay historias que me atrapan y se vuelven parte de mi vida de una forma entrañable, convirtiéndose en parte de mi lenguaje y mi forma de ser (mi novio nunca entendió a que me refería cuando me reía y decía Tio Waldo hasta hace una semana que vimos Los Aristogatos...). Creo que nos pasa a casi todos.

Sobre todo cuando de buenas historias se trata.

Lost fue una de ellas, pero ya escribí de eso en otra ocasión.

Y Pixar...mi productora de cine favorita me trajo el cierre de Toy story. Otra historia redonda y perfecta en la simplicidad de su planteamiento. Voy a extrañar a Woody y a Buzz!!! Sencillamente los amo. No voy a mentir, yo si lloré hacia el final de la película...creo que habrá enfrentar el hecho de que ya crecí. Dueledueleduele...

Y luego el adiós de Saramago. Ya he dicho antes que me había peleado con sus últimos libros, pero siempre me quedarán los ensayos y lo mucho que han representado en mi vida. De mis libros favoritos, sin duda alguna. Desnudar de esa manera la naturaleza humana resulta difícil de digerir, pero asumo que casi imposible de logar. También lloré cuando se fue.

Finalmente, ayer vi Kick Ass y me encantó. No pienso recomendarla porque mi radar de violencia indica que si alguien sensible la ve por mi culpa acabaré señalada con el dedo acusador...pero es una gran reflexión sobre la violencia organizada y el compromiso, sin dárselas de muy acá.

Todo esto me lleva al siguiente punto: toda historia tiene un final, sólo hay que buscar que siempre sea un cierre definitivo y poético. A veces sólo la nostalgia nos salva de la vacuidad del mundo. La nostalgia es en sí misma una historia reinterpretada.

Lloro.

15 de junio de 2010

Fin de semana de película

Mi vida esta de cabeza. Todo es un desastre tras otro. Un ejemplo: ayer llegué a mi casa a las once de la noche, muriendo de cansancio y  punto de dejarme invadir por la depresión. Aún así decidí cocinar. Iba a hacer unas calabacitas rellenas.

Paso 1: cocer las mentadas calabazas...

Puse las calabazas a cocer, mientras salía a tender mi ropa, esperando que no lloviera en la noche y que milagrosamente amaneciera seca. Después de eso, me puse a ver la tele. ¿Por qué sucede siempre que cuando más ganas tienes de ver algo estúpidamente entretenido no hay NADA interesante que ver? No tenía ganas de pensar en que DVD poner, sí que acabé viendo Hairspray en HBO family...es suuuuper mala.

Siguiente escena: me quedo dormida.

Corte a: mi ojo abriéndose, mi nariz olfateando. Mano en la cabeza, típico de manga japonés. Corro descalza en la oscuridad hacia la cocina. Obvio. El agua de las estúpidas calabazas se secó y ya se quemaron todas toditas. El fuego, por suerte, aún prendido. No acabé en noticia del Alarma. Al menos eso.

Apago el fuego, abro todas las ventanas. Enciendo el ventilador.

Ya no tengo sueño. Miro el reloj: 2:24 am. No puedo volver a dormir. Veo un capítulo de Dawsons Creek en Liv.Aún no tengo sueño.

Me pongo a llorar hasta quedarme dormida. Me siento una compleeeeta inútil. ¿Por qué no puedo ser una super woman como mi mamá? ¿por qué a mi si me gana el sueño y prefiero ver la tv a tender la cama o lavar los trastes?

Los trastes siguen esperando por mi.

Quizá por eso no me he ido de la oficina.

En fin...

Que eso sirva sólo de marco para entender porque disfruté tanto este fin de semana. Empezando el viernes con Fuerza Bruta, un espectáculo que me devolvió la capacidad de asombro y me hizo reencontrar a mi niña interna. Después, cena francesa deliciosa en el Bistrot Arlequin en la colonia Cuauhtemoc. Un manjar de los dioses. Si algún día van pidan la tarta de queso de cabra con jitomate y un creme brulée. Para chuparse los dedos.

El sabadito, clase de francés...acompañar a mi hermana a elegir vestido para sus 15 años (no me vean así, yo insistí en que fuera viaje...pero ella no quiso) y la boda de mi amiga Fab. Lloro. Todo mundo se está casando.

El domingo, por fin, desperté hasta el mediodía, muerta de cansancio. Y en la tarde: tan tan tan taratan taratan...Star wars en concierto. No soy fan, pero lo disfruté enormemente.

Por desgracia el domingo se convirtió en lunes...y ya ven lo que pasó.

Eso sí, valió la pena, porque si llegué tarde a mi casa fue por ir al cine a ver Entre Hermanos. No diré que me gustó porque la historia es terrible (no por mal, sino por fuerte), pero es una muy buena película, de esas que te hace pensar en el sentido de las cosas. De la guerra, principalmente, de la familia, de la humanidad. Véanla antes de que la quiten.La Portman como siempre formidable y Tobey Maguire demuestra, por fin, que si sabe actuar.

PD... la verdadera razón de este fin de semana de película es que un 11 de junio, pero hace 7 años, encontré la única razón en este mundo por la cual vale la pena levantarse cada mañana, sin importar lo frustrante que haya sido la noche anterior. Y todo lo que hice, obviamente, lo compartí con él. No importa cuantas veces lo haya dicho (que en este blog seguramente han sido muchas) el amor que siento por él es el motor que me echa a andar.

11 de junio de 2010

El secreto de tus ojos

Me encantó.

Ya desde hace tiempo tengo un affaire interminable con las ganadoras del Oscar a Mejor película en habla no inglesa. Y esta ingresa honrosamente a mi colección de amantes.

Es una de esas películas que te lleva por toda la gama del sentimiento humano, sin parecer en ningún momento forzada o pretensiosa. El planteamiento es simple, es trata de una película policiaca que persigue a un asesino. Muy en el tinte de A sangre fria, casi casi periodística. Sin embargo, en algún momento, como todo buen reportaje, adquiere tonos políticos y de crítica social. Y aún así, y con todo lo seria que pueda sonar, es una película que me hizo reir muchísimo.

No se si es ese sabor a nostalgia porteña (¿cómo puedo tener nostálgía de Bs.As. si nunca he ido y ni argentina soy?- mi papá solía decirme que yo me había equivocado de país y que debí nacer en Argentina) con el sabor a vino y el sonido de letras que sin querer se vuelven poema...

De verdad no se que será, pero me cautivó. Me cautivaron los modismos, las referencias a Mafalda, las preguntas eternamente válidas, a búsqueda de razones en medio de una completa sin razón...

Veánla.

3 de junio de 2010

PD Mi gato ha muerto

¿Ven por qué no abro mi corazón?¿por qué me cubro con una coraza de frialdad impenetrable? Gato ha desaparecido, ya no va a ronronearme por las mañanas ni a acostarse a mi lado por las noches. Bien dicen que lo que fácil llega, fácil se va...

Lo extrañooooooo.

¿Dónde estás Gato?

No puedo creer que mi corazón sea tan facilote.

***

En otro orden de ideas, vi Abel. y me gusto su sencillez , la intimidad con que está contada. Las actuaciones, espectaculares.

Amé volver a ir al cine y comer fuera de la oficina después de dos semanas de infinito estrés. Mis ojeras lo comprueban. No me gusta que me digan que estoy ojerosa: ya lo sé!! (¿a poco creen que no me veo al espejo?...sí me veo...poco, pero sí).

Lo de Gato es más importante. Me hace falta, #sufrocomoprecious