15 de junio de 2010

Fin de semana de película

Mi vida esta de cabeza. Todo es un desastre tras otro. Un ejemplo: ayer llegué a mi casa a las once de la noche, muriendo de cansancio y  punto de dejarme invadir por la depresión. Aún así decidí cocinar. Iba a hacer unas calabacitas rellenas.

Paso 1: cocer las mentadas calabazas...

Puse las calabazas a cocer, mientras salía a tender mi ropa, esperando que no lloviera en la noche y que milagrosamente amaneciera seca. Después de eso, me puse a ver la tele. ¿Por qué sucede siempre que cuando más ganas tienes de ver algo estúpidamente entretenido no hay NADA interesante que ver? No tenía ganas de pensar en que DVD poner, sí que acabé viendo Hairspray en HBO family...es suuuuper mala.

Siguiente escena: me quedo dormida.

Corte a: mi ojo abriéndose, mi nariz olfateando. Mano en la cabeza, típico de manga japonés. Corro descalza en la oscuridad hacia la cocina. Obvio. El agua de las estúpidas calabazas se secó y ya se quemaron todas toditas. El fuego, por suerte, aún prendido. No acabé en noticia del Alarma. Al menos eso.

Apago el fuego, abro todas las ventanas. Enciendo el ventilador.

Ya no tengo sueño. Miro el reloj: 2:24 am. No puedo volver a dormir. Veo un capítulo de Dawsons Creek en Liv.Aún no tengo sueño.

Me pongo a llorar hasta quedarme dormida. Me siento una compleeeeta inútil. ¿Por qué no puedo ser una super woman como mi mamá? ¿por qué a mi si me gana el sueño y prefiero ver la tv a tender la cama o lavar los trastes?

Los trastes siguen esperando por mi.

Quizá por eso no me he ido de la oficina.

En fin...

Que eso sirva sólo de marco para entender porque disfruté tanto este fin de semana. Empezando el viernes con Fuerza Bruta, un espectáculo que me devolvió la capacidad de asombro y me hizo reencontrar a mi niña interna. Después, cena francesa deliciosa en el Bistrot Arlequin en la colonia Cuauhtemoc. Un manjar de los dioses. Si algún día van pidan la tarta de queso de cabra con jitomate y un creme brulée. Para chuparse los dedos.

El sabadito, clase de francés...acompañar a mi hermana a elegir vestido para sus 15 años (no me vean así, yo insistí en que fuera viaje...pero ella no quiso) y la boda de mi amiga Fab. Lloro. Todo mundo se está casando.

El domingo, por fin, desperté hasta el mediodía, muerta de cansancio. Y en la tarde: tan tan tan taratan taratan...Star wars en concierto. No soy fan, pero lo disfruté enormemente.

Por desgracia el domingo se convirtió en lunes...y ya ven lo que pasó.

Eso sí, valió la pena, porque si llegué tarde a mi casa fue por ir al cine a ver Entre Hermanos. No diré que me gustó porque la historia es terrible (no por mal, sino por fuerte), pero es una muy buena película, de esas que te hace pensar en el sentido de las cosas. De la guerra, principalmente, de la familia, de la humanidad. Véanla antes de que la quiten.La Portman como siempre formidable y Tobey Maguire demuestra, por fin, que si sabe actuar.

PD... la verdadera razón de este fin de semana de película es que un 11 de junio, pero hace 7 años, encontré la única razón en este mundo por la cual vale la pena levantarse cada mañana, sin importar lo frustrante que haya sido la noche anterior. Y todo lo que hice, obviamente, lo compartí con él. No importa cuantas veces lo haya dicho (que en este blog seguramente han sido muchas) el amor que siento por él es el motor que me echa a andar.

1 comentario:

  1. No pasa nada, todo se cura, afortunadamente tienes en donde apoyarte cuando todo parece tirarte

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Lo que quedó: