29 de diciembre de 2011

Este pudo ser mi año...

...pero tampoco hice mucho al respecto. Me concentré en la única cosa feliz que tenía a la mano y la llené de expectativas. La realidad, por supuesto decidió que era un buen momento para lanzarme otra de sus bonitas lecciones inolvidables. Sí, vida, yo no las olvido, no es necesario repetir, ok?

Básicamente, esta etapa de mi vida a punto de concluir podría llamarse Golpe al ego. Ya les he contado en otros posts el regaño habitual que mis amigos me lanzan respecto a mi vida profesional  mis talentos: Marisol, necesitas creértela.

Pues bien, eso nunca ha aplicado a mis relaciones personales. En mi vida personal tengo muy claro el lugar que me corresponde (tenía), y comprendo claramente el valor que las personas dan a mi amistad, cercanía, etc.(comprendía). El caso es que este año me dí cuenta que soy una soberana tarada y que he malentendido TODO lo que respecta a mis relaciones personales con el mundo. Mis aprendizajes se resumen así:

a) la familia no es incondicional ni constante ni perenne

b) no siempre son tus mejores amigos los que se aparecen en los malos momentos

c) las personas que sostienen tu mano en tus momentos de debilidad son probablemente las personas de quienes menos esperabas nada en la vida

d) el distanciamiento emocional te evita pequeños dolores que ocasionalmente se convierten en UN GRAN DOLOR

e) ganarse un lugar en la vida de las personas es fácil, pero perderlo es cosa de un segundo ( y las razones que te llevan a perderlo son, normalmente, estúpidas).

Así pues, me dí cuenta que mi lugar en las vidas de las personas a las que más quiero en realidad es bastante más pequeñito de lo que yo esperaba, y que por el contrario en otras vidas que yo creía más ajenas, en realidad ocupo un espacio grande.

Total, que siento que a mis 27 años acabo de volver a empezar la adolescencia y que estoy tratando de reencontrar el verdadero valor de la familia y la amistad a partir de las cenizas que dejó su abandono en -probablemente- uno de los momentos más felices e importantes de mi vida.

Me queda claro que esto no se trata de que me pidan perdón, y en realidad tampoco estoy convencida de que haya algo que perdonar (y en el caso de que lo hubiera no se si tengo la virtud moral suficiente para hacerlo), lo que sí se es que llevo meses enojada conmigo, con las circunstancias, con todo a mi alrededor pero que ese enojo en realidad enmascara un terror terrible de no ser nada para ellos, de no haber sido nunca nada, de haber perdido a mi familia forever and ever...

La verdad no he tenido el valor de enfrentarlos y comprobarlo. A veces siento que todos sus comentarios acerca de la gran familia unida sólo tienen como finalidad demostrarme que me quedé fuera. De algún modo. Que alguien me explique que hice, porque aún sigo sin entender porque fueron tan mala onda.

En fin.

Creo que todo momento de crisis personal implica en sí mismo la oportunidad de alcanzar nuevas alturas y nuevas profundidades. Hoy soy más fuerte. Hoy sé que en realidad nunca necesité de nadie. Hoy voy por la Whole enchilada y sé que 2012 será mi año.

No voy a cometer el error de formular propósitos, pero tampoco dejaré de formular deseos. Mi esperanza está puesta en descubrir dentro de mi, de una vez por todas, el propósito que me mantiene con vida cuando hay otras tantas grandes personas a las que he tenido que despedir en los últimos días. Debe haber algo, y no descansaré hasta haberlo encontrado, porque yo también quiero llegar al final de mis días cansada, pero con una sonrisa en la boca.

Esto fue lo que escribí en mi FB. Y todo es verdad.

Este año ha sido de aprendizajes muy duros e inesperados, pero también de momentos de alegría inmensa al lado del amor de mi vida. Aprendí que la honestidad es difícil de aceptar para la gente, pero que es la única forma válida de vivir. Me dí cuenta, dolorosamente de que en mi vida hay pocas personas constantes y de que perder se vuelve cotidiano...
Y a pesar de todo no me queda sino estar agradecida: por haber contado siempre con alguien dispuesto a escuchar, alguien dispuesto a dar un abrazo, alguien dispuesto a ponerse en mis zapatos y acompañarme en mis enojos, en mis sonrisas, en mis histerias...
Porque siempre recibí un comentario oportuno que me devolvió la sonrisa incluso cuando me sentí más sola y perdida...
Porque mis papás están conmigo y aun se preocupan por mí...
Porque mis hermanos son siempre mis mejores defensores...
Porque tengo unos tíos maravillosos en los que siempre puedo contar...
Porque Dios puso en mi camino una nueva familia que es hermosa...
Porque poco a poco mi nuevo hogar va tomando forma...
Porque encontré a mi compañero ideal y después de más de 8 años sigo enamorada como una adolescente...
Agradecida, en fin, porque las pruebas de este año quitaron el velo que me impedía ver las cosas en su verdadera dimensión. Hoy se más sobre mí, sobre mi familia, sobre mis amigos que al iniciar el año. Ha sido un año para recordar.


15 de diciembre de 2011

Amor, Curiosidad, Prozac y Dudas

"Fortaleza no es lo que creéis. La fortaleza no se mide según el grosor de los músculos ni según el número de kilos que una persona pueda levantar. Fortaleza significa, sobre todo, aguantar, no romperse. Es una virtud femenina."
Lucia Etxebarria. Amor, curioridad, prozac y dudas.


Hay días en que creo que yo nací teniendo treinta años, que siempre he sido una adolescente treintañera. Demasiado sensible para madurar, demasiado cínica para mantener una inocencia infantil.Desde que tengo uso de razón la gente ha pensado que parezco más grande de lo que en realidad soy. "No es algo físico", se disculpan, "es que eres demasiado madura". Como si tal adjetivo pudiera aplicarse a alguien como yo. 

Hay libros que te sumergen en el negro océano de tus terrores nocturnos y éste ha sido uno de ellos. La autora me tomó de la mano y me llevó a recorrer mi laberíntica personalidad múltiple, mis múltiples infiernos personales. 

Todo se juntó este mes. Cambios, cambios, más cambios. Y también fue este mes cuando @anabelvillegas escribió en twitter que Todos tenemos un talón de Aquiles, lo cuál no hizo sino quebrar un poco más la cristalina capa de orgullo con la que intentaba cubrirme. 

Y es que sí, todos lo tenemos, la vida se vuelve un poco con los años una batalla por mantener ese bendito talón a salvo e invisible ante la maldad del mundo.

Yo soy muy mensa para librar esa batalla. Ahí está Lucia Etxebarria enumerando mis debilidades en el título de un libro y ahí estoy yo leyéndolo de cualquier manera, sabiendo que eso no podía acabar bien de ninguna forma. 

Creo que crecer es un entrenamiento contra reloj en el arte de no romperse. Fortalecerse es la única manera   de salir vivo del proceso, a mí me está costando más trabajo del que creía, pero tengo la esperanza de que toda esta bruma de emociones pasará. Como pasa todo.

5 de diciembre de 2011

Si nos dejan/Perfume de Gardenias

El dinero puede comprar muchas cosas, pero hay que decidir en que gastarlo. Cuando produces un espectáculo se nota dónde está puesto el varo (aún yo, con lo iletrada que soy en ese ámbito puedo notarlo) hayan sido afortunadas o no las decisiones que se tomaron con él.

Este fin de semana tuve la oportunidad de ir a dos obras de teatro (hace ya un rato que no iba, así que de entrada estaba yo feliz) y comparar a la luz del anterior párrafo dos producciones mexicanas que no pueden ser más diferentes: Si nos dejan y Perfume de Gardenias.

Para empezar, Perfume de Gardenias. El dinero, obviamente está gastado en espejitos (literal y figuradamente), "actores" y "actrices" controversiales y de una u otra forma entrañables para el gran público. Quién puede no recordar haber oído aunque sea de pasada los amoríos de "la Chule"  y Luismi o los múltiples engaños de Jorge Salinas, o las uñas de Niurka...

A pesar de todo, entretiene. Entretiene María victoria enfundada en vestido blanco, Tongolele agitando sus caderas, Alejandro Suárez y sus ocurrencias, benito Castro apropiándose del papel de Palillo. Entretenida sí, pero nada admirable.

Por otro lado, Si nos dejan. De entrada, yo no quería verla, me sonaba terriblemente aburrido el hecho de pensar en un musical ranchero (mátenme pero no me lleven). Así y todo, múltiples comentarios leídos en twitter me hicieron reconsiderar así que cuando Sergio dijo que le habían regalado boletos, ni tarda ni perezosa me apuré para ir.

Ahí se gastaron el dinero en otra cosa...los actores, aunque en su mayoría desconocidos, cuentan con una gran calidad escénica (y supongo que sin costar las millonadas de Niurka y compañía). Aaaah, pero la producción...la producción es una maravilla, más allá del costo, se les nota el esfuerzo y la pasión por el diseño. Que bárbaros, me dejaron más que enlelada por todos y cada uno de los detalles.

Para empezar, el teatro ambientado como cine de la época de oro...pero deteriorado; la obra que inicia mostrándose como una película en blanco y negro para luego evolucionar al color. Cuadros similares a animaciones; viajes por carretera que realmente te transportan...y las canciones, las hermosas canciones que me acompañaron en mi infancia, porque eso escuchaban mis abuelos.

En general con las dos obras me divertí, pero Si nos dejan, más allá de entretenerme me dio una lección de como se ven las cosas hechas con entusiasmo, dedicación e inteligencia. Así de buena.Acá una muestra:



Y más allá de eso, me regresó a mis abuelos por unas breves horas. Nada más bonito.

No me había dado cuenta de que después del olfato, el oído es mi principal instrumento de memoria...