24 de abril de 2008

Gurruchaga

En mi vida pasan cosas extrañas. Desde que un ex-sacerdote acuse a mi novio de vivir en una familia disfuncional con un padre alcohólico-golpeador para después darnos su bendición en arameo, poniendo sus manos sobre nuestras cabezas e invitarnos una cerveza; hasta que una mujer me acuse, en la fila del cine, de ser una mala-madre-mala-mujer sólo por haber tenido la desdicha de nacer bajo el signo de aries, y todo por que le cedimos el lugar.

En fin, ayer pasó una más de esas cosas raras. Saliendo de la oficina, íbamos mi novio y yo, cruzando la calle, justo frente al Hard Rock Live, cuando un hombre que conducía un auto rojo nos llamo (tch, tch!!).

Creí, desconfiada y poco optimista que soy, que nos iba a preguntar por el paradero de alguna calle, y que, como casi siempre ibamos a acabar respondiendo no sé. Pero ¡oh, sorpresa!, nos dió unos bonitos boletos de Ticket Master.

Apenas dijimos gracias, y el sujeto se arrancó.

Los mentados boletos eran para Javier Gurruchaga y la Orquesta Mondragón, y eran para ayer mismo, en el Hard Rock. Llovía, hacía frio, y nos vimos enfrentados a la necesidad de decidir qué hacer con los dichosos boletitos.

Ps total que había camionetas del Once afuera y demás. Presos de nuestra ignorancia y desconocimiento (¿quién es Javier Gurruchaga?) marcamos a la Klaus a la oficina. Oye, búscate en Internet quién es Javier Gurruchaga...


No ps ni idea...


Pinche frio. Yo lo único que quería irme a mi casa, bendita la hora en que me puse falda...

Al final, mi novio acabó ejerciendo de revendedor de los boletos. Y nos fuimos al cine, cuál debía de ser.

Este es Javier Gurruchaga, lo he descubierto el día de hoy:



Imagen de El pais.


Y pues al final, creo que hubiera sido divertido irlo a ver: resulta que en su último disco tiene duetos con Alejandra Guzman, los Liquits y hasta Modratto, su orquesta se disfraz y él es todo un surrealista. Todo un show.
¿Por qué carajos hacía frio?

De todo esto, lo que más me intriga es la historia de los boletos. ¿Por qué el Mr X del coche rojo tenía las cortesías?, ¿por qué decidió regalarlas?, ¿qué hizo el monito B que compró nuestros dos boletos aunque sólo necesitaba uno?, ¿habrá invitado a alguna chica?, ¿lo habrá revendido?

Quizá el mundo nunca lo sabrá.
En esta vida, hasta los papeles tienen historia.

PD . Las faldas, el frio y yo no nos llevamos. Si alguien gusta obsequiarme boletos en alguna otra ocasión, por favor fíjense que no llueva, no hay que ser desconsiderados...

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