22 de marzo de 2011

Hola, soy Marisol y soy una novia bloggera con síndrome de Lisa Simpson.

Esto de planear una boda ha resultado ser un como sugar rush intenso. Después de un mes de infinita dulzura desparramada por cualquier rincón, me entró un pánico singular..bueno, a decir verdad no era pánico, fue simplemente un emotion overload  tan sutil como un elefanta paseándose en cristalería.

Aquí estoy yo, a mi casi-veintisiete-años tratando de encontrarle la cuadratura al círculo después de una adolescencia entera dedicada a pregonar a quién quisiera escucharme que NUNCAnuncaPORDIOSNUNCA!!! me casaría, porque el matrimonio es una institución anticuada que no responde a la realidad contemporánea y un papel no significa nada y además el modelo de familia está agotado y el amor no es un contrato y además no quiero hacer lo que todo el mundo hace y encima de todo yo nunca voy a tener hijos porque mi vocación es la de una mujer libre de ataduras en búsqueda de su propia felicidad...

Sí... así era. Pero un buen día ( me robaré la metáfora de Sergio) la idea de casarme floreció en mi, como ese experimento del frijolito en la primaria: de la noche a la mañana. Pero como el buen Sabines en su infinita sabiduría señalaba ¿es que tu sangre y la mia se encienden a distintas horas?

Pues sí, así fue. Nadie ha dicho nunca que el amor es una cosa sencilla. Viví un tiempo con mi esperanza vana  de quizá algún día casarme. Y aquí cabe apuntar algo, mi idea de casarme no era una idea genérica tipo "ya estoy en edad de casarme" ni mucho menos. Mi idea de casarme era más bien del tipo"quiero casarme contigo, y si no  con ninguno, y si no quieres te espero que al fin y al cabo con que estemos juntos me basta."

Pero la verdad no me bastaba. Yo quería un símbolo (maldita semiótica, me dejaste trastornada), quería un regalo, una prueba, no de amor, sino de apuesta. Quería sentir que este amor tenía un peso específico, un lugar en el mundo.

Para mí esto consiste, básicamente, en decir: te amo lo suficiente como para dejar que todo el mundo se entere y sostenerlo con la mirada en alto sin avergonzarme ni un ápice. Nada, nadita. Y podrán gritarme cursi y anticuada, y acusarme de retrógrada y pensar que yo voto por la derecha y que seguramente aprieto la pasta dental desde el fondo.

Pero nada de eso es cierto.

Yo sólo quería gritarlo. Gritar que creo en el amor eterno y que la única persona que alimenta esta fe es Sergio. Y que si no es él no es nadie.

Y un día, él también entendió. Entendió que no era exigencia, y entendió porque no me bastaba y entendió lo que significaba.

Y entonces me pidió que me casara con él. Y yo fue tan muy más feliz. Hasta  que otro día, un par de meses después, a mi me cayó el veinte y se me cayeron los calzones. Y me dió algo parecido al SPM y fui presa de mis hormonas y el malhumor cayó sobre mi como una tormenta.

Emotion overdose , les decía. Una combinación de "demasiada felicidad para mi", "algo tan bueno sólo puede estar equilibrado por algo muy malo por venir", "no puede ser cierto" y toda suerte de pensamientos autosaboteadores...

Para mayor entendimiento del lector, sufrí un proceso de duelo pero al revés. O sease, que requerí pasar por un montón de etapas para aceptar que un suceso así de importante y así de feliz iba a pasarme a MI.

Me choca cuando mi programación mental me impide ser feliz.

Afortunadamente, el proceso duró sólo una semana, y hoy estoy de vuelta a esa suerte de aceptación nebulosa que no va a ser completa hasta que me pruebe el primer vestido de novia (miedo, terror, mariposas en el estómago y lagrimita de Remi...todo al mismo tiempo).

Prometo ya no escribir sobre este tema. Yo se que seguramente el cine es más interesante para ustedes, pero entiendan que la única razón por la que este blog existe es por recomendación de la psicóloga que me sacó de la depresión hace cuatro años,así que de vez en cuando debe cumplir su cometido y sostener mis palabras rotas sin destinatario aparente.

Al pareces me he convertido en una novia bloggera. Sólo espero no ser pronto un ejemplo de blogging mom para @svillegas, en ese aspecto mis ideas siguen impertérritas (amo esta palabra).

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Congratulations!!! Ya estaba buscando el icono de Me gusta, pero olvidaba que estaba en los orígenes. Abrazos queridísima Marisol

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  2. Leo esto y me identifico tanto...

    Recuerdo no quería casarme, decia no tenia sentido, que era solo un papel y que para que o que, que mejor vivia junto a alguien y punto, que no le iba a dar gusto a la sociedad y no se que...

    Pero con Gaby me paso algo padrisimo... no se... desde que empezamos y la bese y asi y un día le dije: te quiero solo para mi; y me dijo, pues no porque no somos novios... ella no salia con nadie mas, pero era verdad, asi que le pedi fuera mi novia... luego no se... de la noche a la mañana senti que me quería casar con ella por lo mismo que tu, porque quería que todos supieran eso, quería gritarlo, vivirlo, que no hubiera dudas y asi.

    Por eso hoy cuando veo que usa su anillo de compromiso me siento tan feliz...

    Y tienes razón a veces es dificil cambiar la programación que uno trae de que alguien nos querra por como somos sin mas...

    Como cambia uno... pero cambia para bien, en la búsqueda de la felicidad no hay mas.

    Yo quiero mas blogs de la boda! jeje

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