4 de noviembre de 2011

En mi último día como soltera

No puedo creer que mañana voy a ser tu esposa.

En estos ocho años he aprendido a verte, no se bien desde cuando, como mi familia. Mañana, formal y legalmente, iniciaremos una.

No ha sido fácil, y hubo momentos a lo largo de nuestra relación en que dudé seriamente, preguntándome si valía la pena. Ambos, de una u otra forma nos lastimamos. Lo hermoso de esto es que ambos aprendimos, y que decidimos cambiar. En un mundo violento en el que conocer las debilidades del otro confiere un poder que se explota siempre, tú y yo aprendimos a no jugar con eso y a cuidarnos las espaldas, juntos.

Hace ya muchos años, cuando tuvimos nuestra primer pelea seria, tú me dijiste que no podías dejar que entrara en tu mundo. Argumentabas que no eras esa clase de persona, y que lo sentías mucho. Hoy miro atrás y me doy cuenta de que no sólo me dejaste entrar, sino que creaste un mundo entero, nuevo, para mí.

Creo que hoy entre nosotros ya no queda nada que perdonar, y es sólo por eso que podemos embarcarnos en esta aventura con los brazos abiertos.

Mi amor por ti es más grande que nunca. Ya no puedo esperar. Mañana para esta hora seré, finalmente, tu esposa.

Gracias por regalarme el inicio de un nuevo capítulo.

1 comentario:

  1. Muchas felicidades!!

    Me da gusto seamos parte de la estadistica de los jovenes que damos un paso hacia la formalidad.

    Espero se hayan mega divertido en su boda, creo eso es lo genial :)

    ResponderBorrar

Lo que quedó: