10 de noviembre de 2011

10 de noviembre. 01:25 am. Yo estoy despierta con Los Simpson en el background. El sonido de las voces de los amarillos personajes hace que todo tenga un cierto aire de realidad. (Intenté explicar el por qué de la aseveración y borré la línea 3 veces...es más una sensación que un pensamiento. Desistí)

Tratar de explicar como me siento llevaría a una serie de malentendidos de todas las especies. Ha en mi pecho una ebullición de sentimientos que se han acumulado a lo largo de este 2011. Aún no acaba y yo ya siento que 2011 trajo a mi vida una serie de eventos que han tenido, de una u otra forma, la sensación de estar en una montaña rusa que no se a donde irá a parar.

Para empezar, ha crecido en mí un descontento con el estado actual de mi vida laboral que es difícil de poner en palabras. Por otro lado, en mi vida sentimental, no puedo imaginar mayor plenitud que la que estoy concretando esta semana.

El viernes firmé el acta de matrimonio que me convierte oficialmente y para cualquier efecto legal en una mujer casada. Bueno, creo que eso fue lo que dijo el juez, porque la verdad yo sólo escuché un blablabla incesante durante los 15 minutos que duró la ceremonia. Creo que escuché las palabras matrimonio, igualdad, contribución, libertad e hijos en el discruso...quizá fue sólo mi imaginación. Eso sí, firmé y puse mi huella en una hojita que, según entiendo, tiene validez legal. Algo así.

Aún no salgo de mi shock. Estoy como pasmada.

Aún no hay mudanza. Seguimos viviendo como hasta ahora, cada quien en su casita. No me cae el veinte.

Pero este viernes...11-11-11

11-11-11
11-11-11
11-11-11
11-11-11

Me casaré, vestida de blanco, ante un altar...

No soy particularmente religiosa, y Sergio tampoco, y quizá sea por eso que nuestros respectivos padres no nos creyeron cuando les dijimos que nos casaríamos por la iglesia...

...y que conste que no lo hago por el vestido. Es simplemente que para mí es importante sacralizar esta unión. Nos tomó más de ocho años asumirnos cada uno como parte de la vida del otro. Yo creo que eso merece REALMENTE darle el peso simbólico. Generar la memoria poética. Convertirlo en un momento digno de una historia.

Y sí, creo en un algo superior...y a falta de una certeza de qué es, quién es, dónde está o si siquiera le importamos, quiero poner mi fe en algún lugar. Quiero que ese algo, alguien, whatever forme parte de esto, de ésta, mi nueva familia, la pequeña Ohana que Sergio y yo hemos decidido no sólo formar, sino también reconocer ante las personas que han estado siempre en con nosotros.

Y este es sólo el primero de muchos pasos que van a cambiar mi vida...porque hoy en mi pecho hay un cúmulo de energía, de pulsión de vida que me quiere llevar a otros lugares, a otras metas...

Encontré esto el otro día en la red...y me dí cuenta que he cubierto el primer punto:) pero aún faltan muuuuchos por trabajar.

La buena noticia: Estoy viva. Tengo que creérmela. Yo puedo ser feliz =)




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Lo que quedó: