14 de septiembre de 2007

El teatro

No tengo nada que contar. Es tan triste no tener nada que contar. Ayer via u amigo al que no veía hace mucho tiempo, él me contó mil aventuras. Y yo no tenía nada que contar.
Últimamente mi vida se ha vuelto rutinaria, hago todos los días lo mismo, la misma ruta, la misma gente, los mismos programas de TV. Los fines de semana son igual...duermo, veo peliculas, duermo, veo tele, duermo, como, duermo.
A falta de algo más interesante que hacer y que contar, he decidido que mañana comenzaré a ir a un taller de teatro.
Cuando era niña yo estaba convencida de qu iba a ser actriz, me iamginaba trabajando en teatro. Me encantaban los aplausos. Actué alguna vez en varias obras, comedia, porque lo mio lo mio lo mio es la comedia (odio las tragedias y los dramas, para esos ya está la vida. Pero pasó el tiempo y yo no sé porque broma macabra del destino decidí que lo mejor era no estudiar teatro, lo decidí con toda la madurez de mis 15 años.
Total, que estudié comunicación. Y no es que me haya desagradado mi carrera, al contrario, la disfruté muchísimo y aprendí como loca enajenada (super ñoña yo, salía siempre con 4 libros de la biblioteca y mi mochila llena de fotocopias, mis amigos decían que iba a acabar realmente mal de mi cabeza), pero hay veces, (sobre todo cuando llueve y Reforma se inunda y hago más de una hora al trabajo y salgo de la a oficina a la 1 de la mañana) en que me arrepiento de no haberlo estudiado.
Yo nunca me he arrepentido de nada. Pero de eso sí.
Así que ahora, que me doy cuenta que no tengo nada que contar, regreso a aquello que me obliga a hacerlo. Le prestaré mi cuerpo, mi voz y mis recuerdos a esas voces incorporeas que inundan las mentes de algunos que teniendo tanto que contar (contadores en exceso), no se conforman con contar su vida y cuentan algunas ajenas.
No sé si eso baste para tener algo que contar, pero debo intentarlo.
O la proxima vez que vea a alguien tendré que volver a decir: ya sabes, lo de siempre.... el contrato que no queda, ahora reporto a Brasil....cosas sin sentido que me hacen sentir que nunca salgo de las cuatro paredes ruidosas de mi oficina.
En fin, lo intentaré, o comenzaré a inventarme esas vidas.

4 comentarios:

  1. Yo pienso que siempre tienes algo que contar, es por eso que regreso.
    Pero te entiendo; se dice que nada es trabajo pesado a menos que prefieras hacer otra cosa, si es así, pues entonces ¡no esperes!.
    Por otro lado, de nada sirve arrepentirse, mejor aprende lo que puedas, siempre; seguro que te sirve de algo, igual te toca representar a alguien que se dedica a lo que tú te dedicas ahora, ¿te imaginas la ironia?, de cualquier modo te deseo mucho éxito, la suerte es para los incompetentes.
    Un abrazo.

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  2. Hola!

    Ja, que curioso...

    Cuando yo tenía 15 años estaba en un grupo de teatro de la Casa de Cultura más cercana a mi domicilio.

    Nos fuimos de "gira" a las otras casas de cultura de la delegación. Incluso llegamos a Pachuca con una obra que me encantaba, porque era comedia y hacía reír...

    Como buena primma donna me enojé un día en que tenía un monólogo y se la dieron a otra chava de más edad. Luego ella les quedó mal y el día de la obra me fueron a buscar... Me negué y desde entonces ya no pisé ningun escenario...

    Pero alguna vez pensé dedicarme al teatro... hace tanto, que de no ser por tu post, casi lo olvido.

    D.

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  3. Suele suceder...el olvido se come muchas cosas. A veces no las necesarias.

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