31 de agosto de 2007

Antes que otra cosa...

Sigo esperando por tí. Estas junto a mí y sigo esperando por tí. Puedo tocar tus manos, mirar tus ojos, abrazarte incluso...pero estás tan lejos de mí, en ese camino que nunca te atreviste a recorrer, en el camino que yo he trazado mil veces con mis pasos cansados. EN la verda tortuosa que va de mi alma a tu corazón.

Nada ha pasado, nada ha cambiado. El viento es el mismo, las palabras son las mismas. Yo sigo haciendo las mismas preguntas y tú sigues dándome las mismas respuestas. Siento que todo está perdido. Será cuando se pueda, como se pueda.

No me voya esforzar más. DEjaré que esto fluya en total libertad. Y si no fluye...la verdad ya me da igual.

2 comentarios:

  1. Hay rios que fluyen incansablemente hasta llegar al mar, hay otros que solo se convierten en pequeños riachuelos; disminuyendo su cauce hasta secarse, a veces parecen los mismos, conforme se avanza se van definiendo.

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  2. Ya se le extraña señorita...

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Lo que quedó: