Hoy llueve y tengo ganas de escribir...

Ya no sé escribir, hace tanto que no lo hago....sueño con alas de metal y aroma a sangre en mis narices. Me he vuelto tan oscura, tan opaca...Si hubiera un atisbo de mí en el exterior...pero no lo hay y no puede haberlo.

Hasta hace poco me consideraba una persona transparente: la hipocresía sencillamente no existía en mi vida. Ahora, me veo sonriéndole forzadamente a mi jefe, ahogando la rabía que siento al ver como despiden a una compañera, injustamente. Me veo llorando a falta de otra reacción coherente cuando compro una sala para amueblar la casa que planeo compartir con mi novio (¿es eso coherente?).

El punto (siempre pierdo el punto, pero qué es el punto al fin y al cabo sino la mínima unidad de la línea....una línea que puede circular y me lleva de vuelta al asunto que trataba), como decía, el punto es que me siento confundida. Miedo y confusión se han vuelto una gran compañía para mí desde hace un tiempo. Miremóslo así: estoy parada en medio de la nada. No hay nada atrás y anda delante. Tengo muchos recuerdos, pero esos recuerdos están dentr de mí, no en mi pasado sino en mi presente.

Sin nada a que aferrarme, confio en la intuición y las corazonadas para impulsar a mi destino a salir de donde quiera que esté escondido. Me niego a aceptar que mi presente es mi destino. Y ¿qué hago? Pienso en cómo construir uno distinto.

Cada día me despierto pensando: es hora de que escuchen mi voz. El mundo, la gente, mi familia, mis amigos. Dejaré de callar con ese ruido atronador de mi verborrea. Nos hemos vuelto sordos por el sonido. Yo he creado un muro de silencio a mi alrededor con mi incesante parloteo. Mi, yo, me....quisiera ser menos narcisista (Narcisismo negativo como fuente de la depresión, diría Erich Fromm)-.

El punto (vuelvo a eso, el punto es el inicio) es que no sé como sentirme. Me gustaría ordenarme a mi misma como y qué sentir. Me ordenaría: "Siente alegría, haz establecido un compromiso serio con tu novio", me ordenaría "Deja de sentir culpa, tienes que hacer tu vida y dejar un poco atrás a tu familia", me suplicaría "Relájate, nunca has estado tan segura"...

Pero eso es imposible. Estoy sin brújula. Esto del libre albedrío es la forma de Dios de alejarnos del paraíso... al final esto es caos puro. Imposible saber las consecuencias, imposible construir un destino sin ayuda de las múltiples manos invisibles de la humanidad. Es detestable, el análisis multivariado no es mi fuerte. Y yo soy más que un modelo econométrico.