1 de mayo de 2012

Las lunas de miel se terminan

Últimamente estoy de mal humor prácticamente todo el tiempo. Me enojo por bobadas. Grito y lanzo el sombrero a la primera provocación. Nadie dijo que adaptarse al matrimonio fuera cosa fácil. 
Con últimamente me refiero al último par de semanas. Creo que apenas, después de mudanza, vacaciones, fines de semanas dedicados a acomodar...por fin ahora, surgen los roces. 

Son roces bobos, pero roces al fin y al cabo. 

Y es que hay cosas que no cambian y que probablemente no van a cambiar:

1) su adicción a los videojuegos + mi necesidad compulsiva por salir. No son compatibles. Punto. Yo necesito la suave calidez del sol sobre mi piel mientras el aire juguete con mi cabello...él es más feliz con la titilante luz provocada por una pantalla de plasma que muestra imágenes de sangre y destrucción. Pfff. 

2) La propiedad de la cámara. Pues sí, tomar fotos es de mis actividades favoritas. Mi cámara. Mis fotos. Nooo, la fotografía no es colectiva. De hecho, pocas cosas tan íntimas como una fotografía. Y ahora, debo compartir mi cámara, mis fotos, que él sube a su perfil como si nada. No señor, si no es berrinche, es necesidad. No puedo renunciar a uno de los pocos hobbies personales que me quedan. Exijo la propiedad sobre las fotos. 

4) El horario. Él es una gallinita madrugadora y yo un murciélago trasnochado. Pfff. Que si no puedo leer en el cuarto porque la luz le molesta, que si no puede dormir con ruido, que si hace mucho calor...ahhhhh yo sólo quiero desvelarme!! No hay horario más productivo (creativamente hablando) que el de las dos de la mañana, y ahora, si quiero utilizarlo soy relegada tristemente al sofá. 

5) La comida. Dios! es que puede ser alguien tan quisquilloso? No le gusta el agua de horchata, ni el mole, ni el arroz con leche. Los ostiones lo intoxican, y no come pan de dulce. Pero si son mis cosas favoritas!!

En fin, que no es que me viniera yo a enterar de todo esto tras la boda. No señor, yo ya lo sabía y a sabiendas de que todas las anteriores causales de divorcio convivían en el mismo hombre, lo acepté como esposo. Mea culpa

Pero así y todo, nos la pasamos genial. La verdad, sólo lo soporto porque le gusta Game of Thrones. Eso y pasear en bicicleta. Ah, y porque le gusta ir al cine conmigo. Y porque me prepara el desayuno los fines de semana. Mmm, sí, y porque a veces ve Emergencias Bizarras aunque lo deteste. Y porque subió mis cajas de libros por 6 pisos de escaleras. Y porque le ayudó a mi hermana a estudiar para su final de geometría analítica. Y porque me trae flores y me abraza cuando me siento mal. Y me compra mi yogurt con cereales que le parece asqueroso. Yme lleva a comer aguachile cuando estoy de antojo. Y a veces, cuando no está jugando videojuegos, me pone más atención de la que nunca nadie me haya puesto. 

Pero que quede claro. Sólo por eso lo aguanto.

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