20 de abril de 2012

Sueños de ansiedad

Un post rápido antes de salir corriendo, inspirado en una plática amistosa a larga distancia.

No he hablado mucho de mi vida de casada. Y eso se debe, principalmente, a eso de que las familias felices no tienen historia. Todo muy bonito blablabla nos amamos blablabla nos peleamos por bobadas blablabla y después nos reimos... en fin, captan el punto.

Pero hay algo, hay una nube gris y monstruosa que empaña mi felicidad conyugal y es que...

MIS LIBROS Y PELÍCULAS SIGUEN EN MI ANTIGUA CASA

Hay noches en que el terror nocturno me ataca y llegan a mí pesadillas de desastres naturales: inundaciones, terremotos, el tipo de cosas que implica una evacuación inminente. Y yo sufro en mis sueños porque no puede rescatar mis libros, que se pierden, mojados, destruidos para siempre, o que quedan enterrados por montones de edificios. En mi locura del sueño, yo me niego a evacuar sin ellos, los arrastro en una mochila que no puedo dejar. Y así, me despierto empapada en sudor sólo para recordar que mis libros no están.

Creo que tengo un severo problema de fetichismo.

Y por eso fui al remate de libros del Auditorio Nacional a intentar llenar el vacío.

Mi botín incluyó:

- Una novela - La última canción de Manuel Sandero -   y un libro de cuentos - Cuentos casi completos-  de Ariel Dorfman (seguro lo recuerdan por Para leer al pato Donald, pero su literatura de ficción es fantástica).
- Las amantes de Elfriede Jelinek
- jPod de Douglas Copland

Es el equivalente a un poco de Valium.

My precious...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Lo que quedó: