12 de noviembre de 2007

La edad de merecer.

Merecer:

tr. Hacerse digno de lo que corresponde,sea recompensa o castigo:
me merezco un respeto por tu parte.

Tener cierto valor o grado de estimación una cosa:
esa pregunta no merece otra respuesta.

intr. Hacer méritos,ser digno de recompensa:
es un trabajador que merece.

Este fin de semana me ha asaltado esta palabra. Supongo que ha sido un cúmulo de circunstancias el que me ha llevado a pensar en lo que me merezco en esta vida.

A principios de este año tuve que ir al psicologo, digo tuve, porque la neta es que ya me andaba deschavetando y entre depresión y ansiedad mis relaciones sociales no eran de lo mejor. Estuve a punto de tronar con mi novio, me daban ataques de llanto sin razón, era presa de una furia incontenible...en fin.

El punto, es que entre las veinte mil y una cosas de las que hablé con mi psicóloga, estaba mi patológico sentimiento de no merecerme nada bueno.

Siempre he tenido ese problema. Soy la que más se esfuerza, la que más trabaja, la que siempre da más del 100%, pero no es por gusto, es simple y sencillamente porque siento que si no lo hago el mundo colapsará y llegará a mi todo lo que me merezco (que de acuerdo con mi enferma mentecita son sólo cosas malas).

Vuelvo a reflexionar sobre el asunto porque el viernes me enteré de que una de mis semijefas (es complicado explicarles mi estructura de trabajo así que llamemosle así de momento), renunció y se va en los últimos días de noviembre.

Ella se acercó a mí, y me lo contó. Para después darme un par de consejos que me llevaron a pensar en todo esto que estoy escribiendo ahora. Me dijo, en corto, que dbía exigir que valoraran mi trabajo, pues de nada me servía resolver todos los problemas de la empresa, si no exigía que pagaran lo que valía eso. Que yo merecía un mejor salarío y que aquí o en donde fuera, iba a llegar lejos porque soy muy buena en lo que hago....

Esas palbras (llegar lejos) las he escuchado mil veces a lo largo de mi vida, se han repetido como melodía monocórdica en distintas circunstancias de mi vida. Como un vaticinio que no acaba de cumplirse, como una promesa, como una afirmación. Pero o siento que es falso. Que me engañan aquellos que pronostican que llegaré lejos. ¿y que tal si no? ¿y qué tal si fracaso?¿y que tal si mi trabajo no es tan bueno como para exigir recompensa?

Al fin y al cabo son sólo apreciaciones personales.

Mi semijefa me dijo que aprovechara la coyuntura y exigiera un aumento. Yo he tomado una decisión: por menos del doble de lo que me pagan no sigo trabajando....

Veremos en el próximo mes que tan indispensable soy, y que tanto están dispuestos a pagar por que les salve el trasero en cualquier ocasión que se pueda. (De momento soy investigación, sistemas, traducción, comunicación internacional, procesos regionales, y a partir de mañana: planeación de medios... ¿cuánto valdrá eso?)

Todo esto me lleva a mi pensamiento original en torno al tema: ¿hay una edad de merecer? ¿existe una edad en que las cosas, buenas o malas de las que se es digno caigan del cielo, nos sean arrojadas a la cara por la vida? ¿es esta mi edad de merecer?

Sólo espero que todo mi esfuerzo valga por algo bueno. Esa ilusión merece mi trabajo cotidiano.

9 comentarios:

  1. Pues sí, el esfuerzo merece ser recompensado... aunque el doble de tu sueldo quizá sea demasiado, no? No porque no lo merezcas, quizá merezcas el triple, mas, tal vez la empresa no esté dispuesta a pagarlos!

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  2. Merecer? Considero q desde q nacemos somos dignos de lo mejor.
    Digo, el esfuerzo de venir al mundo no es poco. Merecemos una recompensa x ello jejeje.

    Tristemente, a veces nuestras telarañas mentales nos impiden ser felices, disfrutar, amar... O como canta Silvio: "a quién acusaremos cuándo triunfe el amor?"

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  3. Mar: jejeje, si, lo sé, pero uno puede tomarse ciertas licencias literarias cuando imagina...

    Pez de ciudad: Es cierto, eso de las telarañas mentales no nos hace mucho bien, verdad? Quizá por eso es que la palabra merecer no me gusta...

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  4. Anónimo4:01 p.m.

    Estoy totamente de acuerdo en que todos debemos exigir lo que creemos merecer. Sin embargo -y esto no es ser pesimista-, resulta que hoy día existe una sobredemanda de trabajo y allá afuera hay millares de personas que son igual de capaces e igual de mil usos que uno, y sólo están esperando la mejor oportunidad para hacer lo mismo que nosotros hacemos POR LA MITAD DEL SUELDO QUE GANAMOS ACTUALMENTE. Sé que debemos exigir lo imposible, pero llévala con calma, sé inteligente, no des un paso hasta estar convencida de que en realidad eres tan indispensable como crees serlo. Si es así... VAZZZ que paguen los malditos capitalistas...jaja SALUDOS

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  5. Rog: Estoy totalmente de acuerdo contigo... y esa es la causa de que un año después de que entré a mi actual empleo siga ganando como asistente con trabajo de coordinadora...Pero es que da coraje ver que hay quien en mi empresa gana 7 u 8 veces lo que yo y haciendo lo mismo (de hecho, siempre vienen a preguntar).

    Y no es pesimismo, es realismo, nuestro país no está en la bonanza, los sueldos no son los que deberían ser (para unos cuantos sí), pero creeme, nadie estaría dispuesto a hacer lo que yo hago por la mitad de mi sueldo...sería probablemente ganar el salario mínimo en el DF por 12 horas de trabajo. Sí, quizá falto poner en perspectiva mi solicitud. El doble de mi sueldo no llegaría a los 5 mil pesos quincenales.

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  6. Pedir no cuesta nada.

    Igual y te dan el aumento.

    Igual y no.

    Igual y si te lo dan, pero no tanto como esperas.

    Igual y renuncias.

    Todas son especulaciones hasta que actúas.

    Haz o no haz, intento no hay.

    Sabiduría de Star Wars para tí...

    Por cierto... Yo creo que uno no llega lejos o cerca...

    Uno simplemente camina y cuando mira atrás se siente a gusto o a disgusto con lo que ha hecho: las distancias son lo de menos, lo que importa es disfrutar el trayecto.

    D.

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  7. De las definiciones de merecer, la que más me gusta es la de merecer un respeto, eso ante todo. Deberías dar el paso y aprovechar esa coyuntura, pedir no cuesta nada, adelante.
    Besitos

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  8. La recompensa a nuestros esfuerzos no siempre llega como nosotros la esperamos, regularmente es una sorpresa agradable.

    Calma, todo a su debido tiempo.

    Èl sabe.

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  9. Darina: Gran consejo, lo estoy tomando en cuenta.
    Pepe: Tienes toda la razón. El no ya lo tengo. Gracias.
    Dr. Marbolius: A esa fue a la conclusión a la que llegué este bonito fin de semana-vacación. No hay prisa. Antes bien, necesito ordenar algunas cosas en mi cabeza y pensar si quedarme aquí con aumento es lo que verdaderamente quiero. Creo que este fin de año debo definir un par de cosas en mi vida y estoy barajeando otras opciones. Un abrazo.

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