1 de diciembre de 2009

Siempre tendremos...Madrid



Comida más barata: Bocadillo + caña 2 Euros en el Museo del Jamón. Toda una joya de la ciudad.
Lo que más me impactó: Ver el Guernica con mis propios ojitos mios de mí y aunque merecería una mención aparte, la Catedral de Toledo. Impresionante.
Lo que más disfruté: Ver el atardecer desde el Templo de Debod.
Perla escondida de la ciudad: Los frescos de Goya en la ermita de San Antonio de la Florida, cuya visita concluyó en una deliciosa comida en Sidras Mingo
Adicción descubierta: Al jamón ibérico. MMMMMMM.
Sorpresillas: El concepto del mercado de San Miguel, Kukuxumusu, el rosedal.


Madrid fue un gran inicio. El aeropuerto de Barajas para empezar, es la cosa más limpia y ordenada que he visto en mi vida (nada que ver con el horrible Heathrow de Londres), con terminal del metro dentro del mismo aeropuerto, práctico y funcional. 


Nos hospedamos cerca de la Plaza del sol, y de ahí todo fue caminar. El 1er día visitamos la Plaza del Sol, el Palacio Real y la Catedral de Almudena (mucho más nueva que la linda Catedral de la Cd. de México. Aprendizaje del día: que los jugos son zumos y el durazno, melocotón; las sabritas allá son Lays y el sabor favorito es el de jamón ibérico. 


Madrid fue el 1er lugar del mundo en el que comí Kebab/falafel. Delicioso. 


Al otro día, tour imaginario por el Madrid Medieval. Uno aprende que las apariciones de vírgenes son cosa de todos los días y que basta con rezar y rezar para que dentro de un muro aparezca la bendita imagen con velitas encendidas y todo. También aprendimos que a España le va mal porque vivieron con judíos, y si ellos se cargaron al hijo de Dios pues...ya se imaginaran la tirria que les tiene -como aclaración, el comentario fue dicho en broma por un guía de turistas con un humor bastan te negro y aludiendo a la arquitectura ;). Nada serio. Todo en broma. España vive con su historia todos los días, en cada una de sus calles pero se niega por principio a hablar de ella. Al menos en Madrid. 


Y es que Madrid es una ciudad moderna, vamos, que la Cd. de México es más antigua, imaginen. Y es siempre una fiesta. Si me enamoré de Madrid es por la buena vibra que despiden todos durante todo el día. Parece que todos van rumbo a una fiesta o van saliendo de una fiesta o están en una fiesta. Increíble. Esa sutil indiferencia hacia los demás, esa sensación de breve felicidad. Me encantó, sucumbí al carisma de la madre patria. 


El parque del retiro es lindo. Muy lindo. Fue durante esa visita que caímos en cuenta de lo común que es decir culo en Madrid. Y que os den por culo a todos. Las popitas tienen sal hasta el culo. Dónde te portes mal te golpeo en el culo. Ah! Bonito! claro, las risitas mojigatas escapaban de nuestro control.


Vale la pensa perderse un rato en el parque y observar a los niños, los pocos niños. Todos, eso sí, con la última moda en carreolas. Yo quiero una que tenga sleeping integrado, se ven tan calientitos y felices. Y sonrientes.Porque los niños madrileños son la cosa más consentida y echada a perder del mundo, son del tipo de niños que gritan a sus papás y que no están nunca conformes con nada. Si alguna vez vieron Crimen Ferpecto de Álvaro de la Iglesia y recuerdan a la hermanita, sabrán a qué me refiero. Visitar Madrid es intenso.


Y todo se volvió más intenso en cuanto pisé el centro de arte Reina Sofía. Ver el Guernica fue algo estremecedor. No por ser en Blanco y Negro la guerra resulta menos desoladora. Miró, Dalí, Picasso. Toda una experiencia. 


Luego a terminar el día en el Museo del Prado. Caray. Qué impresión. ¡Vi las pinturas negras de Goya! Me volví muy fan desde que trajeron una exposición de sus grabados a San Ildefonso. Pero sus pinturas son muy otra cosa. Casi lloro. de verdad. Con todo y el puto dolor de cintura que decidió atacarme durante todo el viaje, disfruté caminar por el Del Prado. Y Las Meninas. A veces, cuando vez todas esas cosas en los libros, durante tantos años, tantas veces, comienzas a dudar de su existencia real y entonces te sorprenden aún más, con dimensiones y tamaños que no imaginabas, con detalles y pinceladas que ninguna fotografías es capaz de transmitir. Fue como si mi niña interna hubiera, colmado todos sus sueños de un plumazo. Porque sí, cuando niña, yo soñaba con verlo todo, con tocarlo todo, empezando por esas fotos en los libros que nunca creí corroborar. 


Ahora tengo veinticinco años y sé que valió la pena esperar, mis ojos miraron con más avidez y con más incomprensión. Me gusta no comprenderlo todo.


Y para sumirme en esa incomprensión, bastó con terminar el día tomando chocolate con churros en la chocolateria San Gines. Una tradición tan española no podía sino venir del continente americano. Las ideas, como la materia, no se crean ni se destruyen, simplemente se transforman. Y España entera es una muestra. Madrid, sólo un botón. Sin árabes, sin la judería, ni la arquitectura, ni el arte, ni su borrosa identidad existirían. 


Fenómeno. 


Y Toledo al día siguiente, no hizo sino comprobarlo. 


Pero esa, es otra historia.

4 comentarios:

  1. Siempre encuentro curioso ver las conclusiones de alguien de fuera sobre mi ciudad, mi gente, mi país, etc.
    Me alegro que te haya gustado tanto, desde luego Madrid impresiona.
    Pero Barcelona y Granada (y estoy haciendo un esfuerzo por no decirte 20mil sitios más de España que merecen la pena!), si no las conoces, te las recomiendo. No tienen nada que ver.

    solo una cosa.. respecto a lo de que los españoles odiamos a los judíos... ¿?¿? es la primera vez que oigo tal cosa, y soy española y nunca he notado ningún recelo con ellos... no sé en qué te has basado o en qué se ha basado quién te lo haya dicho.

    saludos!!

    ResponderBorrar
  2. ¿verdad que ver a la obra de don Pablo en vivo es otra cosa? No sé, tiene una tristeza solemne que un grabado o una foto no puede captar.

    Es increíble.

    Yo extravié a mis abuelos en el museo del Prado, así que me entristece.

    Pero por otro lado, tuve muchos días de desayuno con jamón serrano.

    (Y tengo fotos del museo del jamón para probarlo)

    D.

    ResponderBorrar
  3. Hola Luzzia, creo que quizá no fui tan clara en el comentario como me habría gustado. Es difícil resumir.

    Me queda claro que no los odian, sería imposible, es simplemente un comentario que escuché durante una visita guiada y que me pareció curioso. Evidentemente era en broma.

    Por otro lado, efectivamente hay mil lugares de España que me encantaría conocer. Barcelona es otra joya, pero ya hablaré después al respecto ;) Gracias por el comentario.

    Darina: Oh! Extraño esos desayunos con jamón serrano...

    ResponderBorrar
  4. Oye Marisol...

    En otro orden de ideas, te otorgué un premio en mi blog.

    Un saludo!

    ResponderBorrar

Lo que quedó: