23 de enero de 2009

Problemas de actitud.

Hace algunos años, antes de cumplir los veinte, mi vida giraba en torno a mis dos mejores amigos del mundo mundial: Ana y Jon. En aquel entonces, quizá justo como ahora, no era yo precisamente lo que se dice popular.

Mi vida consistía en ir a la escuela en las mañanas (odié cambiarme de turno, pero hubo que), ir a la biblioteca terminando las clases, y después dirigirme a casa de mi abuela para rcoger a mi hermana, llevarla a casa y procurar que hiciera su tarea. Catastrófica tarea que nos llevaba a las dos al borde del colapso. Mientras ella gritaba que yo no era nadie para decirle nada yo sólo lloraba en silencio por mi juventud perdida a manos de la maternidad/no maternidad prematura.
...

Pero ese no era el punto de este post terapeútico. Volvamos con Ana y Jon.
...

Pues sí, en esa época en que mis relaciones sociales eran realmente escasas ymi vida parecia perdida en medio de la nada, Jon decidió invitarnos a cargarnos de energía en Teotihuacan con motivo de la entrada de la primavera.

Jon vivía en aquel entonces, antes de ser ciudadano del mundo y mudarse a vivir al otro lado del planeta,  en el glorioso pueblo de San Juan Teotihuacan. Razón de sobra para obligarnos a ir de excursión.

Ana y yo nos vimos muy temprano, tomamos nuestro democrático guajolojet y arribamos al mentado pueblo. El plan era ir, visitar las pirámides y posteriormente ir a algún balneario a dejar que el sol nos envolviera en su cálido manto protector.

Horror de horrores, había gente para aventar. Gente enfrente, atrás y a los dos lados. Más que purificarme y llenarme de energía, tanta gente sólo logró ponerme de malas y provocarme un hambre feroz.

Intentamos comer comida naturista, regalo de unos hare krishnas que danzaban por ahí. Pero no somos tan valientes, el sabor era relmente de susto.

Nos dirigimos , pues, tras comer unas ricas quesadillas, al balneario.

El agua helada provocó que sólo nos sentaramos en el pasto a platicar y mirarnos los unos a los otros. Lejanos tiempos en que el acohol y el cigarro ni siquiera entraban a mi vida, sólo comiamos papitas y tomabamos coca cola.

Así pues comenzamos a divagar...y de una u otra forma terminamos, bueno, ellos terminaron hablando de mí.

Te falta actitud, me dijeron. Tienes todo para ser una mujer por la que todos se morirán, eres linda, lista, inteligente, y vestida correctamente te verías guapísima...pero te falta actitud.

¿Actitud?, pregunté. Sí, actitud.

¿Qué demonios es eso a lo que llaman actitud?

Ayer comía con unas compañeras del trabajo. Fue una terrible tortura psicológica para mi persona. Figurense:

K. -Ash, es que yo creo que a Acapulco le hace falta un hotel cómo de nivel más alto...
X.- Si, algo así como el Aqua de Playa estaría padrísimo...
K. - Ay sí, pero más así como en Punta Diamante ¿si sabes? porque la verdad es que los hoteles de Acapulco están como que ash, no, o sea, nada que ver...
L.- Pues yo siempre que he ido a Acapulco me he quedado en casas...
K.- Ay bueeeno, siii, es que Acapulco no es como EL lugar, ¿no?, o sea mejor te vas a Playa, como yo, que me voy a ir de puente...
X.- Pues yo tengo contactos, o sea, con tiempo, podría conseguirte que te dieran tarifa preferencial en el Aqua, en vez e 500USD pagarías sólo 300 USD por noche, está bien ¿no?...
K.- Ay sí, es que ya también merecía irme de puente, o sea, ahora que rompí con mi novio, como que quiero salir, si me lo merezco ¿no?

¿Será que eso es la actitud?

Muchas veces me lo he preguntado. Sobre todo cuando algun@s de mis amig@s critican la forma en que me desenvuelvo profesionalmente y me lanzan críticas, en teoría constructivas tipo: tú podrías dirigir esa oficina si quisieras, pero te falta tener más actitud, te falta creertela, creetelo y te vas a comer el mundo a puños....

Creermela...

Creermela...

Lo que sea que eso signifique.

Creo que en mi lucha constante contra la soberbia me fui al otro extremo. Y ahora me pegunto como recuperar el equilibrio, esperando que con eso venga de vuelta la actitud.

Si alguien tiene idea de como solucionar mi problema o sabe de algún buen libro de autoayuda que funcione para mi caso. Por favor, avísenme.

6 comentarios:

  1. Para mí eso no es "Creersela"

    Eso es ser superficial.

    Pero bueno, quizá creersela tiene más que ver con la capacidad de decisión, no tanto con aspiraciones vanales.

    No sé, me imagino que mi "actitud" tampoco es muy buena.

    ¿Te conté que el gerente de Recursos Humanos me acusó de ser "demasiado noble"?

    Ja. Esa es otra historia.

    D.

    ResponderBorrar
  2. No, no me habías contado. Pero sé algo de eso.
    En el trabajo me han dicho cosas parecidas, aunque el termino exacto es "demasiado buena onda"...

    ResponderBorrar
  3. Y verdad ue si es superficialidad? Bueno, al menos ya no soy la única...

    ResponderBorrar
  4. Concuerdo con Darina, tus compañeras hablan superficialidades, pero igual y si en tu empresa lo que se necesita es la superficialidad para subir puestos, pues utilice su instinto de mujer y juégele a lo que ellos quieren, sin dejar a un costado su forma de ser.

    No sé, creo que ya me hice bolas.

    Saludos.

    ResponderBorrar
  5. muy bien, gracias! aqui en tierras salvadoreñas... y tú qué tal? te mando un abrazo

    ResponderBorrar
  6. Hay personas que en el trabajo son de una manera y cuando salen de el a sus casas son otros, a veces el trabajo nos transforman por instantes, como tu dices serìa bueno un equilibrio, pero para algunos la bondad y nobleza en el trabajo son sinonimos de dejadez o ingenuidad. Saludos :)

    ResponderBorrar

Lo que quedó: