19 de enero de 2009

Aunque me multen...

El placer de besarse a mitad de la calle es infinito. Vas caminando, tomada de la mano de un acompañante que seguro te causa mariposas en el estomago (pues si no qué chiste caminar tomados de la mano), le sonríes, te sonríe, bajas la mirada sonrojada y e entran unas ganas locas de besar esos labios que acaban de soltarte un cumplido, quizá nada original.

Si lo acompaña la lluvia el placer se multiplica, si es al atardecer, se eleva a la n potencia.

Nada como cerrar los ojos y dejarse ir. Un público e impúdico gozo, un placer culpable que parece decirle a los otros que tú gozas del amor mientras otros lo miran.

He de confesar que mirar a otros besarse me conmueve tiernamente. Me alegra la vida la gente enamorada, me llena de energía saber que otros gozan del amor. Me siento menos sola en el mundo cuando me doy cuenta que hay otras almas enamoradas, que hay otros seres que comprenden ese instante único y mágico que se extiende entre la certeza de un beso inminente y el roce sensual de los labios.

¿Y qué si hay que pagar por el placer de besar? A mí que me multen, o que me arresten. Es mucho más honorable que caer en los separos a causa del alcoholimetro.

Creo que suspendieron la entrada en vigor del Absurdo Bando de buen gobierno en Guanajuato. Pero mientras, aunque ya prohibido, presumo mi foto del beso en Guanajuato:


2 comentarios:

  1. Pues no veo nada malo en besarse en la calle, supongo que lo diran por que si dos niños pequeños los ven a lo mejor ellos imitando se besan jejeje, bueno solo seria grasioso eso.

    Bueno a algunos no les gusta ver esas parejas enamoradas besandose quizas en parte es envidia de no poseer esa dicha, pero somos libres y nuestra felcidad nadie nos la puede prohibir, besos y sigue besando :)

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  2. Que bonita foto...

    Ash, odio los bandos prohibitivos.

    Prohibido fumar.

    Prohibido besarse.

    Proibido prohibir...

    D.

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Lo que quedó: