12 de junio de 2008

5 años, una semana y un día...

Lo dicho en el post anterior. Nuestra suerte se acabó con dos pantallas de plasma.

Ayer, después de pasar una linda noche juntos, partimos rumbo a la oficina en el lindo SkyPointer. Nos estacionamos donde siempre y caminamos bajo la lluvia hasta el edificio.

Todo bien, todo muy lindo, recibí unos hermosos alcatraces antes de la salida y todo pintaba para ser un día normal. Pero, ja, nuestro karma nos persiguió.

A las 6 de la tarde el aguacero era extremo, pero, ilusos nosotros, pensamos oh, el coche está cerca, así que con mis flores, mi bolsa, el paraguas, la bolsa de los tuppers y una caja de vinos que le habían mandado a la oficina, caminamos hacia el lugar donde se había estacionado.

Oh sorpresa. El coche no estaba. Sin saber que hacer, nos quedamos parados bajo la lluvia como auténticos arbolitos de navidad. Qué diablos. La caja de cartón con los vinos comenzaba a deshacerse, así que los vinos terminaron conviviendo felizmente con los tuppers de la comida.

Finalment, se le ocurrió llamar a Locatel, lo primero era averiguar si al coche se lo había llevado la grua. Tras una hora, ocho transferencias, tres negaciones de reportes anteriores, cinco veces de repetir los datos del coche y jurar y perjurar que el coche había salido de agencia, pudieron confirmarle que su coche estaba en un corralón.

Hechos una sopa, pudimos llega al camión con todo y nuestras chivas. Nunca había odiado tanto la lluvia desde aquel día en que mi kinder se inundó y todos los niños tuvimos que ser entregados a nuestro respectivo padre/madre o tutor a través de una ventana.

Después de gritar, insultar a los de Locatel y reirme frenéticamente, mi animo se controló un poco, y aunque lo único que quería era un baño caliente, accedía a ir al cine. Teníamos hambre así que compramos unas chapatas y un café. Mi chapata cayó abierta sobre el asiento.

Pa' acabarla, a la mitad de la película, la pantalla se apagó. Por quién sabe qué fallo técnico, hubo un intermedio involuntario de algo así como diez minutos, en los cuáles la sala permaneció en la oscuridad y tuvmos que guiar a una pobre novia indefensa hasta su asiento. Es que la muy sope fue al baño y ya no supo dónde estaba su lugar. Nosotros sí, era en nuestra fila.

Y es que nuestro aniversario siempre es raro. Celebramos nuestros cumple-mes en fechas batante delicadas. Como los 11 de marzo o los 11 de septiembre. En nuestro segundo aniversario un coche rompió el retrovisor derecho del coche, conviriéndolo así en el SkyPointer (alusión de Oscar a Anakin SkyWalker y el episodio 3 de StarWars).

En un viaje por otro aniversario, el mismo coche fue abierto en Bernal, Queretaro y yo perdí el cargador de mi cámara fotográfica recién comprada. Nos robaron nuestras mochilas. Eso es triste.

Al final del día acabé pasando la secadora por mis vales de despensa empapados para después colocarlos con delicadeza entre las páginas de La Orden del Fenix, espero que en el super me atienda una cajera buena onda y me los acepte aunque parezca chicharrón. Perderlos es un lujo que no me puedo dar en estos momentos de mi vida.

En fin. Un aniversario como todos. Estas cosas sólo nos pasan a nosotros. Definitivamnte no nos casaremos un once de junio. Capaz que acabo pareciéndome a Carrie Bradshaw más de lo que me gusta admitir.

4 comentarios:

  1. Que onda con sus celebraciones... cámbienle ¿no?.. ah, por cierto, la película de Sex and the city me pareció palomera... pero no le digas a Nubs.. jeje

    Saludos.

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  2. Jajajá.

    Chale.

    Qué manera de celebrar.

    Ojalá que te toque una cajera buena onda, y que el día de tu boda nadie salga herido.

    ¡Felicidades!

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  3. Anónimo5:54 p.m.

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  4. Querido Anonimo:

    Si me dijeras eso de frente, yo lo consideraría una posibilidad, pero en vista de qu no es así, sólo diré...
    ay, no diré nada, tengo otras cosas que hacer.
    Bye.

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