16 de julio de 2010

Resulta que soy mujer...

Válgame. Qué descubrimiento...por favor, no sean infantiles y guárdense el sarcasmo para después.

Pues sí, si es un gran descubrimiento.

Mi femineidad y yo hemos estado peleadas desde...bueno, básicamente desde siempre. Pero no sólo eso. Mi adultez y yo hemos estado peleadas desde que empecé a trabajar y mantenerme y en teoría me convertí en una adulta responsable. lo cual me lleva al punto en el que siempre me vi como bien lo describió mi amigo Jon alguna vez: un hombre gay atrapado en el cuerpo de una mujer. Un muchacho diría yo.

En cuanto empecé a trabajar empuñé mis jeans como defensa contra la vejez y el decantamiento en persona sería y aburrida. Me negué a usar tacones todos los días y me convertí en adicta a los tenis. Sí, si, padezco del síndrome de Peter Pan y qué.

Total, que tengo 26 años y cero ganas de ser una adulta.

Pero sucedió. El jueves me vi al espejo y no vi a una chiquilla mensa, ni a una muchacha simpática. Yo vi a una mujer que me veía en los ojos con una mueca entre irónica y sarcástica. Me dio el vértigo. Lo juro. Miré mis ojos maquillados, mis tacones altísimos, la bolsa gigante conteniendo mi vida y sentí un hueco en el estómago.

Todo empezó quizá la semana pasada cuando alguien me dijo 'señora guapa' y yo estuve a punto de patalear, clavarle un tacón en el empeine, escupirle la cara y abofetearlo hasta cansarme por semejante insulto. Te dijeron guapa ¿por qué siempre ves lo negativo?, eso fue lo que dijo mi novio, y me llevó al pensamiento inmediato de que mi amigo Paco tiene razón y soy una completa amargada.

Pero me dijo señora...ya no quiero recordar el insulto...señora la más vieja de su casa...

Aparentemente siempre he aparentado más edad de la que tengo, y todos aquellos que erróneamente me han calculado más años acaban recurriendo por una suerte de culpa a justificarse diciendo siempre lo mismo: "es que eres alguien demasiado madura para tu edad"...ja, que le pregunten a mi hermana si soy madura cuando jugamos guerra de almohadas y me pongo a cantarle a mitad de un centro comercial o juego con ella a ser un zombie...chales, estoy muy mal.

Nunca he entendido en qué consiste la madurez.

Pero sé que de una u otra forma he llegado a ese momento en mi vida en que soy jóven, pero ya no tanto, y a pesar de que ya hace un año pasé al segmento 25-30 al responder encuestas, es hasta ahora que me cae el veinte. Soy una mujer, y Magnum, Dove, L'oreal, y otras mil marcas quieren mi dinero. Y saben que de una u otra forma necesito la efímera felicidad que me puedan regalar, esa falsa sensación de mantenerme en este momento. En este preciso momento en que me siento más segura y confiada que nunca. justo en esta etapa de mi vida en que aquello por lo que sufrí en mi infancia desapareció. Esta etapa en que creo poder con todo porque ya me demostré a mi misma que soy capaz de lograr lo que me propongo, en que aún no pierdo la fe en la humanidad y aún confío ciegamente en que las cosas pueden cambiar si uno hace su mejor esfuerzo, esta etapa de mi vida en que he pasado por las suficientes preguntas para darme cuenta de que no me importan las respuestas definitivas. Y sin embargo, es también el momento en que he asumido que no existe tal cosa como la bondad absoluta y las personas perfectas. Vamos, que ya supere el blanco y negro de al juventud y ahora soy capaz de verlo todo en su justa escala de grises.

Sí. Definitivamente soy una mujer. Lo que sea que eso signifique.

Y una guapa, además ; )

3 comentarios:

  1. Si, a mi también me deprimió cambiar de segmento poblacional en las encuestas...

    Pero, ¿sabes? Me siento mucho más segura de mi misma que cuando estaba en la Preparatoria o aún en la universidad.

    Creo que eso de "ya lo entenderás cuando crezcas" si aplica...

    Aunque yo me sigo resistiendo a usar bolsa: también tengo el síndrome de Peter Pan.

    Un abrazo,

    D.

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  2. Sí, estoy de acuerdo contigo, la bendita seguridad que viene con los años es algo que no cambiaría. Alabemos la experiencia.

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  3. Anónimo8:23 p.m.

    La señorita lo guardo para las niñas. A las jovenes les digo señoras y a las viejas solo el saludo.
    Alguna vez me reclamaron indicando que eran solteras y por que las saludaba con el "Buenos Dias señora" la cosa es que no le di bola y la segui saludando en la forma que lo hago y jamas volvio con el reclamo. Yo prefiero el Señor antes que el Ingeniero y ellos me saludan "Buenos Dias Señor Ingeniero" Recuerda "Respetos guardan respetos" Pero tu puedes saludarme con un: ¡¡Hola mi amor!!

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