20 de julio de 2010

El mundo ya no es lo que era...

...ahora se muere gente que antes no se moría ...(jajaja, siempre me da risa ese chiste..sí ya se que es malo ¿y?).

Bueno.

Es que en verdad, el mundo que conocí cuando era niña no tiene nada que ver con el mundo que vivo ahora. Por ejemplo, Amazon acaba de anunciar que ahora vende más libros electrónicos que de pasta dura. Youtube cumple 5 años, Facebook está por alcanzar los 500 millones de suscriptores... así podría seguir, pero creo que eso basta para ilustrar el punto.

Mi primer dirección de e-mail la obtuve cuando tenía 15 años, y aún la conservo. Yo fui de aquellas ilusas que tenían ICQ y que compartían con sus amigos el código interminable para poder conectarse a altas horas de la madrugada. Soy miembro de la primer generación que pudo decir "soy adicto a internet" y aún recuerdo "el chat" con su carita feliz nefasta.

Mi hermana tiene hoy catorce años, y no concibe el hecho de que una enciclopedia deba instalarse en el disco duro, mucho menos hablemos del hecho de que pueda ser impresa y ocupe la mitad de un librero. Tampoco concibe la idea de los compromisos inamovibles, cuando ella tenía 3 años el Startac ya circulaba libremente. A ella le da lo mismo quedarse sin cable, pero no se imagina la vida sin internet.

Hoy a mis 26, pienso en retrospectiva y me imagino lo diferente que pudo ser mi vida adolescente con un celular...pero aquellos eran tiempos en que si aplicaba aquello de "preferible pedir perdón que permiso", si llegaba tarde (tan tarde como mi ñoñez lo permitía) me ganaba una regañiza, pero mis padres no tenían forma de encontrarme. Mi única comunicación con ellos era a través una linda tarjeta telefónica coleccionable, claro está, después de la respectiva fila en el teléfono público más cercano.

Yo tenía una serie favorita ( y no revelaré el nombre por vergüenza) y nunca pude ver el final en la transmisión por TV, lo vi en un VHS mal grabado y con comerciales que me pasó un amigo: los DVDs no existían. La música era una carga pesada, y pocos pre adolescentes entenderían que los portaCDs eran parte esencial de nuestras vidas...

No sé porque me entró esta nostalgia adolescente. Sólo se que me alegra saber que estuve ahí cuando todo pasó. Y sigo estando, porque esto no se acaba.

1 comentario:

  1. Mi vieja mula ya no es lo que era, ya no es lo que era...

    Caray.

    A mi me regalaron todavía un cassette con canciones grabadas (se escuchaba el sonido del cortón a la tecla rec)

    Que tiempos aquellos...

    D.

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Lo que quedó: