11 de junio de 2009

Aprender

Cuando iba en al secundaria tenía una maestra de historia fabualosa, una de las dos maestras de historia a lo largo de mi vida a las que verdaderamente respeté. Se llamaba - o se llama- Ma. de la Luz Campos.

Recuerdo que el primer día de clases en la secundaria, en la primer clase que tomé con ella, lo dedicó a explicarnos qué diablos era la historia pero también a explicarnos que era aprender. Aprender, decía ella, era modificar la conducta de una manera relativamente permanente. Nunca he borrado esas palabras de mi memoria.

Con el tiempo, me he dado cuenta de que aprender es un proceso largo y penoso, pero al mismo tiempo, casi siempre gozoso.

El otro día, mientras servía dos vasos de jugo, uno para Sergio y uno para mí, me salió del alma decirle algo que considero absolutamente cierto: los libros y las películas llegan a tí en el momento en que los puedes entender. A mí el amor me ha hecho entender muchas cosas, jamás habría entendido a Kundera si no estuviera enamorada hasta el tuetano de todos y cada uno de mis huesos, jamás habría comprendido a Sabines, jamás me habría pasado por la cabeza el cine de Gondry . Y no digo que los entiendo en sus sentido último y final, ni siquiera que comprenda la razón de sus obras. No es eso, es que me hablan y me estrujan el corazón y me hacen llorar.

Lloré con UP.

Lloré durante toda la película.

Un miedo enorme me invadio, se aglutinó en mi gargante y fluyó en forma de lágrimas.

Y es que sin una palabra, el amor de Mr. Fredricksen y Ellie me recordó que eso es todo lo que quise siempre en la vida: nunca he pedido ser millonaria, ni presidenta, vamos ni diputada. Lo único suficientemente valioso como para desearlo con todas mis fuerzas es el amor.

Un amor imperfecto de palomitas llenas de salsa y Icee de limón, de ver los Simpsons hasta la madrugada, de compartir un cuernito con jamón, y de hacer de una sopa una operación dialéctica.

Ya son seis años. Y sé que sigo enamorada porque Up me hizo llorar. La sola idea de su ausencia me hace temblar las rodillas. Y estoy decidida a no dejar nunca que este sentimiento se me vuelva una rutina. Porque amar es siempre aprender.

Te amo Sergio.

4 comentarios:

  1. Hola Arena Mar y Sol:

    Seis años! Que impresión. Y dice que el enamoramiento se termina a los seis meses... así que me imagino que sí, eso debe ser amor.

    ¿Tienes algún consejo para las personas que apenas nos estamos dando la oportunidad de comenzar a amar?

    Me falta mucho por aprender.

    D.

    ResponderBorrar
  2. No, el enamoramiento, es a los 4 años.

    ResponderBorrar
  3. 6 años!!! guau!!!...yo por dos me sigo cortando las venas. Que chido por tí!!!

    Saludos!!!

    ResponderBorrar

Lo que quedó: