13 de noviembre de 2008

Mis dos ratones...

Alguna vez intenté explicarle a mi novio como funciona mi cabeza. Sólo encontré una metáfora.

En mi cabeza viven dos ratones. Cada uno de esos ratones hace lo que se le pega la gana y no tengo el menor control sobre ellos. Ante las situaciones de intenso estrés ellos suelen tomar dos caminos, uno de ellos cae en estado de pánico extremo, llora, se lamenta, se pregunta qué demonios va a pasar...

Él otro se queda callado y comienza a actuar y a tomar el control de al situación.

Como yo sólo escucho la voz del ratón lloricón creo que todo es un caos, me dan ganas de llorar y de darme de topes contra la pared y desplomarme sobre el teclado y renunciar ahora mismo y todas esas cosas...para cuando me doy cuenta, mi otro ratón resolvió el problema, a pesar mio y a pesar del otro ratón.

Sí, soy bipolar, pero no de esa manera en la que hablan lo psicólogos. No es que primero esté deprimida y luego eufórica. Es que estoy deprimida y eufórica y enojada y feliz, todo al mismo tiempo.

Imposible de explicar.

El punto es que mis dos ratones han estado en pugna permanente desde hace dos semanas.

El lunes antepasado yo puse en mi MSN la siguiente frase: Yo tenía una vida...

Pero después de lo del trágico avionetazo, decidí cambiarlo a: Gracias a Dios tengo vida...

Ahora mi MSN celebra el hecho de que Radiohead viene a México en el mes en el que celebraré mi cuarto de siglo.

Pero en estas dos semanas más allá del paulatino cambio de humor que me ha asaltado, he lidiado con mis dos ratones llevándome al punto del colapso. Una parte de mí quiere largarse de vacaciones en este mismo instante, o al menos tomarse un día para descansar y luchar contra la afonía que comenzó a invadirme hace media hora.

Ese primer ratón está a punto de volverme loca: Junta hoy, junta mañana se presenta el plan la próxima semana, tenemos que presentar dos reportes de competencia, tienes que entregar el análisis hoy ahhhhhhhh!!!!!!!!

Al otro, literal, le vale madres, se ha dedicado a buscar información y a avanzar de a poco n lo que el primer ratón le ha permitido.

Es acaso una nueva enfermedad mental?

Más allá de ser planohólica padezco otra cosa?

Ña, no me importa.

Seguiré trabajando.

2 comentarios:

  1. Je, que curiositos.

    Mi jefe me llamó para decirme que ya no me ve tan eufórica como cuando empecé a laburar con él... (De verdad, antes me avisaban de que tenía una cuenta nueva y me emocionaba)

    Tengo un buen rendimiento pero ya no soy "chispeante" o algo así... supongo que el ratón saltarín esta tomando una siesta. Sólo queda el que sigue dando vueltas en la ruedita.

    D.

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