10 de octubre de 2008

Todo pasa y todo queda...

Ayer por una casualidad del destino, el pasado de mi vida amorosa volvió a mí. Mis grandes amores en la vida decidieron rebelarse contra el polvo del olvido en que los tenía sumergidos y regresaron.

Con mis grandes amores no me refiero únicamente a mis parejas/ex parejas/casi-alguna-vez-parejas-sentimentales, no, me refiero a todas esas personas a las que llegué a querer con una profundida tal que dejaron una huella imborrable en mi corazón.

Recordé a quien en un tiempo de mi vida fue mi amiga inseparable, quién me ayudó a superar la más grande decepción amorosa que he sufrido. Ya no lo es más, tenía más de medio año de no saber nada de ella me enteré de que quizá entre a trabajar en la misma empresa que yo. Me da mucho gusto.

Aún así, no pude evitar recordar todas las cosas que nos separaron. No fue una gran pelea, no nos peleamos por un hombre, simplemente, nos convertimos en personas distintas y poco compatibles. Nuestra amistad sobrevivió por un tiempo por mi compulsión patológica a decir a todo que sí y por su compulsión patológica de hacerse la importante. Pero empecé a decir que no.

Y en el momento en que dije que no una vez, comence a decir que no siempre. Así acabó nuestra amistad.

Y es que mi compulsión patológica de decir a todo que sí, se terminó cuando decir que sí rompía totalmente con mis principios y mis creencias. Nada de drogas, nada delictivo, nada ...sólo que decirle que sí a ella implicaba lastimar sentimentalmente a alguien más, a alguien a quien jamás podré sustituir en mi vida, uno de mis mejore amigos.

Al final, me dolió separarme, porque me sentía muy sola. Pero creo que al final valió la pena, yo he hecho mi vida, me he creado un círculo de amigos fabulosos y, de vez, en cuando coincido con ella en alguna fiesta y me entero de que le va bien.

De no ser por ella, mi depresión de aquel entonces quizá no hubiera llegado a un fin. Y se lo agradezco. Pero definitivamente no somos quienes eramos.

Perder su amistad me rompió el corazón. Pero todo pasa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Lo que quedó: