Terror

A mí siempre me ha encantado el cine, pero huyo de las películas de terror. La razón es que la gran mayoría me ocasionan carcajadas más que sobresaltos, con sus contadas y valiosas excepciones.

Una de las pocas películas que me dejó terriblemente traumada fue la de ESO, la ví cuando tenía ocho años, y juro que no pude ir sola al baño durante un largo tiempo (sin importar cuan perversa pueda sonar mi confesión).

Y es que a mí eso de los monstruos con ocho patas o los fantasmas que abren los ojos como platos (estilo La maldición...y en general todas las películas japonesas de terror), como que no me atemoriza tanto.

Como diría mi abuela: No es a los muertos a quienes les tengo miedo, es a los vivos. Y es que los seres humanos si que dan miedo. Justo este fin de semana fui a ver The Mist, y la neta es que no tenía la menor expectativa sobre la película, pero resulto no ser tan mala, mirándola desde cierta perspectiva.

Me quedé pensando en una escena que va más o menos así:

Rubia 1 (olvidé el nombre): Somos una sociedad civilizada, no va a pasar nada malo

Gordito bajito (también olvidé el nombre): Sí, pero eso sólo cuando hay máquinas y puedes llamar al 911, quítales eso y los seres humanos son tan primitivos como pueden, infúndeles temor y harán lo que quieras...

De repente, muchas cosas que ýo no sabíq eu estaban en mi cabeza se consolidaron, una mezcla entre las últimas películas que he visto, lo que leo en este momento, El señor de las moscas y la tercera temporada de Lost que ya terminé.

No hay nada que me dé mas miedo que la humanidad (lo cuál me incluye). Las sociedades son una cosa rara que me intriga, la manera en que se conforman identidades, imaginarios colectivos, liderazgos son algunos de mis temas favoritos. Sí, al final, la comunicación y sus implicaciones políticas.

No podemos ser quienes somos si no identificamos antes al "otro", al grupo de "los malos", aquello que nos agrede nos da cohesión como grupo. Hay quien sabe eso y cómo dominarlo. Y lo más difícil es que en el mundo de lo humano nunca hay posturas absolutas.

El terror surge justamente de eso, del inherente conflicto humano, de su búsqueda de lo absoluto en sus propios principios. Añádele armas, dinero, recursos...eso sí me puede quitar el sueño. Las personas somos bichos raros.

Ojalá fueran sólo películas, de momento el insomnio me lo provoca latinoamérica. Esta vez mis temores se materializaron demasiado cerca. (Por supuesto, ni hablar del bombazo de febrero).