¿Quién quiere estudiar filosofía en la UNAM?

El jueves pasado se publicó el siguiente artículo en Milenio Diario:

http://www.milenio.com/mexico/milenio/firma.asp?id=601786

No voy a transcribirlo aquí. Me niego.

Hoy me enteré de su existencia porque lo leyeron en el radio. Casi me transformo en Linda Blair cuando lo escuché. Aquí algunos puntos de los muchos que pensé después de mi crisis patea-bancas:

1. Yo estudié muy, muy orgullosamente en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. y trabajo para Unilever (aunque no directamente). Me considero perfectamente capaz de generarle un valor a la empresa, y ellos y mi empresa lo han reconocido. Y lo puedo hacer porque una de las cosas de mayor valor que he aprendido en la vida es a investigar y analizar. Y eso se lo debo a la UNAM en un cien por ciento.

2. No todos somos el Mosh. Yo respeto al Mosh, sus ideas y principios, tanto como respeto los de casi cualquier otra persona (no incluidos pederastas, asesinos, secuestradores, violadores...). Pero me parece de muy mal gusto generalizar. Si algo me ha enseñado la UNAM es que la tolerancia y el respeto son la única via para alcanzar un verdadero progreso, no sólo material sino espiritual. Creo en la libertad que cada persona tiene para elegir su manera de hacer de este un mundo mejor. Yo creo en la cortesía, el esfuerzo y en que cada uno debe hacer bien lo que le toca. Hay a quien le toca críticar el sistema y proponer algo mejor. Mientras tanto, algunos buscamos llevarla lo mejor que podemso y tratar de que las cosas no se desmoronen.

Ambas postura son válidas. Y todas ellas coexisten en la UNAM.

3. ¿Adoctrinamiento en las aulas de la UNAM? Adoctrinamiento es el que nos dice que todo progreso viene del dinero y los negocios. Es cierto, ¿a quién no le gusta la comodidad? pero igual nos damos cuenta de las injusticias. Adoctrinamiento lo que durante años han venido haciendo con Pemex, adoctrinamiento criticar a la UNAM y no la situación laboral del país o la situación política de América Latina. Eso es un adoctrinamiento barato.

No se puede mirar sólo un lado el contexto. Por más negocios que se hagan, uno no puede dejar de mirar la realidad social. Porque el dinero no es nada sin la gente. Una mirada integral y compleja. Sí, eso también me lo enseñó la UNAM.

3. Intención profesional... Ja, ¿se preocupa por los egresados de filosofía? ¿dónde queda la intención profesional de los miles (millones) de desempleados del país? ¿por qué es ese su destino?

¿Por qué no encontramos egresados de filosofía en el mundo de los negocios? Por la misma razón que encontramos a licenciados en Administración trabajando de taxistas.

Ojo. Los estudiantes de la UNAM (la máxima casa de estudios del país, la única universidad del país cuyo nombre ha sido grabada con letras de oro en el Congreso de la Unión) creemos en el progreso más allá de los negocios, aunque nuestras habilidades conceptuales nos permitan dominarlos.

Nuestra Intención profesional colectiva, es poner en alto el nombre de nuestra alma mater y ser los mejores en nuestro campo. Forjar un mejor país, ser partícipes de un progreso integral, construir nuestros propios parámetros para medirlo. Porque la poesía, aunque venda libros, no se mide con un signo de pesos; porque la justicia social, tampoco; porque hemos aprendido que el espíritu es importante. Porque ser mejores, y construir una mejor sociedad, ese es nuestro destino.

Por mi raza hablará el espíritu...

No los negocios...