10 de diciembre de 2007

Cuenta regresiva...

Cada año por estas fechas comienza mi cuenta regresiva para despedir el año y con ello una serie de rituales compulsivos que no puedo evitar. Estos rituales pasan por revisar y deshacerme de ropa, zapatos y chunches varias, darme tiempo para ver a todos mis amigos, buscar recetas para navidad, comprar y envolver mis regalos...
...y escribir.

No puedo evitarlo, mi mente administrativa, fria y calculadora busca siempre una evaluación de todo, y los años no son la excepción. Este año me da miedo iniciar esa evaluación...a ciencia cierta hace año decidí tomar este año como un "año perdido" (un mucho inspirándome en el término de la "década perdida").

Me declaro en déficit. Yo. Como persona. Hay muchas cosas que no hice este año escudándome en la flojera y en una omnipresente depresión (que flojera me doy yo misma). No aprendí ningún idioma. No hice mi tesis. No me acerqué más a mis amigos. No me esforcé en ser más feliz. No di el 100% en mi noviazgo. No cambié mi look. No aprendí a hacer collarcitos. No aprendí a dibujar.

No.No.No.

Total. Al final la falla no estuvo en el mundo sino en mi adicción a la comodidad. Que mal. De momento he decidido poner manos a la obra. Me inscribí a un curso de francés que comienza en enero. Le regalaré a mi novio un videojuego (va en contra de mis principios pero creo que es momento de fijarme más en lo que el necesita y no en lo que yo quiero que él necesite).

Lo demás son cosas que debo hacer todos los días. Escribir a mis amigos (los quiero y los extraño). Abrirme y ser confiada (el fin de semana comprobé que funciona) y aprenderé a valorarme, poco a poco. Creo que eso es lo que más falta me hace.

Y creo que eso está en función también de reencontrar a mis amigos, a esas personas que siempre han sabido elevar mi ánimo y hacerme sentir especial. Me he alejado mucho de ellos: el trabajo, la distancia física, la falta de actividades en común...

Pero hoy se que puedo, que en el fondo, debajo de las capas de polvo oficinezco, del cansancio de las paredes grises y el ruido del aire acondicionado de lunes a viernes; debajo de todo eso, sigue habitando en mí la mujer que me gusta ser, una que sabe divertirse de lo lindo. El jueves estoy dispuesta a bailar toda la tarde en la fiesta del trabajo. Quien me conoce en una fiesta me conoce totalmente.

5 comentarios:

  1. las cuentas, las comodidades, las cartas de finde año. los años perdidos, lo que queda, los sutos, las buenas palabras; son parte de un coctel de vida.


    Saludos.

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  2. Mil gracias por sus palabras, me dejaste sonrojado.

    En verdad, te las agrdezco. Un grato saludo.

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  3. Ah, sí, supongo que será lo que leeremos en próximas fechas en varios blogs. Esa autoevaluación que no se puede evitar.

    Al menos tienes un párrafo final con el que conformarte.

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  4. Evaluaciones y miradas atras... y yo que quiero se pase ams rapido el tiempo para que las cicatrices no se noten...

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  5. "He cometido el máximo pecado que un ser humano puede cometer en esta vida... No fui feliz"

    Si lo dijo Borges...

    Oye, si aprendo a hacer collares, te enseño.

    Jo.

    Un abrazo.

    D.

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