16 de diciembre de 2010

Uff. Más de un mes sin escribir. Bueno, en estricto sentido no es cierto, he escrito cosas, pero son demasiado íntimas y comprometedoras como para escribirlas en donde cualquiera pueda verlas.

Vuelvo para escribir sobre uno de mis temas favoritos: el cine. Películas "que definen", más específicamente hablando.

Ayer fui a ver Red Social. Una película de la que algunos de mis más confiables críticos de cine han dado en llamar: la obra que retrató un momento específico de la cultura occidental


Para mí no es la mejor película del año, ni mucho menos (en algún momento, quizá, aunque no es muy probable haga mi Top 10 de películas del 2010) pero no puedo negar que es una película que define.

Hay fenómenos culturales que marcan generaciones, la nuestra ha crecido siempre en constante evolución ante un panorama que nunca es parecido al que había en el instante anterior. Justo este año en algún post reflexionaba sobre todo esto (sí, el mundo ya no es lo que era...) y ni vale la pena volver a decir lo que los afamados gurús del social media repiten día tras día tras día tras día ad libitum.


Pero Facebook...

Yo tengo una cuenta en Facebook desde el 2007, pero fue hasta 2008 cuando en realidad empecé a usarlo. De repente se volvió en parte de mi vida cotidiana, como tomar el café de la mañana o cepillarme los dientes antes de acostarme. Muchas discusiones he sostenido con Sergio (fiel activista anti redes sociales) acerca de lo que ES Facebook en nuestras vidas. Para mí es muy sencillo, Facebook sustituye esos momentos de no hacer nada que dieron sentido a nuestras vidas estudiantiles: las horas muertas en las escaleras o en la rampa, las largas pláticas sin sentido mientras mirábamos las nubes pasar tirados en el pasto, los incontables cafés y cigarrillos alrededor de los cuales tratábamos de darle un sentido a todo...

Hoy por hoy, no se lo que piensen los demás, yo siento que esos momentos muertos están perdidos. En algún lugar de mí hay una necesidad de ellos. Momentos en que no hay que trabajar, ni estar con la familia, ni leer, ni nada, simplemente pasar el rato con las personas que quieres...eso es lo que me da Facebook: bromas con mis amigos que viven en Australia y Alemania, compartir música nueva todos los días con mi primo al que por el trabajo no he podido ver en dos meses...

La película, sin embargo, va más allá. Nos habla, sin romanticismos, de una empresa que vale millones y de como surgió. Suerte, oportunidad, preparación, visión. De una u otra forma, el guión retrata los sueños de todos los integrantes de esta generación a la que nadie la ha querido poner nombre (quesque generación Y, o millenials...pero hasta mi hermanita es millenial, así que neee).

Mark Zuckerberg es mostrado como un jóven inteligente y narcisista que quiere destacar en un mundo en el que cada vez es más difícil hacerlo. Tal como deseamos hacerlo cualquiera de nosotros. Envidia y admiración, eso es lo que me provoca.

Eso es lo que espero. Que mi vocación/destino/misión me llegue en un momento en el que no lo espere. Creo que esa es la sensación generalizada de las personas en los finales de nuestros veintitantos. Imagínense, mi amiga abogada dice que no quiere dedicarse al derecho toda su vida (aún cuando su carrera le encanta), mi amigo diseñador cree que el destino de su vida debería ser irse a Japón (mientras lidia con un trabajo que podría ser más satisfactorio), mi amigo administrador vive en espera de poder establecer su vida fuera del país y aprovecha cuanta oportunidad puede para alejarse de aquí. Yo misma sé que no es aquí donde quiero estar en diez años, quiero tener tiempo, quiero viajar, quiero estar en la playa...

Sí, Facebook ha dado forma a nuestra generación, pero creo que la película va mucho más allá y nos habla de nuestras esperanzas, sueños y motivaciones.

Mención aparte para Andrew Garfield (guapísimo él) quién, para mi gusto, se lleva la película con su carisma y actuación plena de matices.

Como ven, es difícil describir una película cuyo tema la rebasa. Al menos esa es la impresión que tengo, es el tema y no la película lo que le da ese carácter definitorio que muchos le han querido colgar. cinematográficamente hablando, la película mantiene un ritmo intenso e interesante desde el primer minuto, y las actuaciones están al nivel de la maestría narrativa. El guión está bien construido y mantiene las elipsis necesarias para tener al espectador siempre mirando la pantalla. La música está puesta en su lugar...en fin, es una película bien hecha, pero no espectacular. No, no, no, no está en el top de mi lista. quizá entre las primeras 5.

***

La discusión que se abrió al salir del cine (como amo esas caminatas discutiendo una película justo después de verla, es mi Top 1 de actividades) fue justo en torno a películas que definieron nuestra generación, aquí una lista, obviamente muy personal y debatible y sin ningún orden aparente:
- El club de la pelea
- Matrix
- Titanic
- Eterno resplandor de una mente sin recuerdos
- The Dark Knight
- 500 días con ella
- Harry Potter
- Toy Story
- American Beauty
- Exterminio
- Requiem por un sueño
- The Hangover
- El señor de los anillos
- Trainspotting

¿Cuáles pondrían ustedes?

1 comentario:

  1. Creo que le agregaría Scott Pilgrim vs The World y Juno.

    Aunque me encantó tu lista inicial.

    Gracias por la reseña, me la dejo de tarea.

    D.

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