28 de abril de 2009

¿Ser o no ser...de los que usan tapabocas? Esa es la cuestión.(I)


Dos días antes del anuncio oficial de la epidemia de influenza en México a mí ya me había invadido la paranoia. El martes me marcó mi mamá a la oficina y me dijo: quizá no me dejen salir del hospital (ella trabaja en el Hospital General de México): hay una epidemia de Influenza.

Obvio yo no le creí, muchas veces son falsas alarmas y de ahí no pasa, ya antes había pasado con la "epidemia" de varicela del año pasado. 

Así las cosas, llegué en la noche a mi casa y, tal como esperaba, ahí estaba mi mamá sana y salva. Que no fue Influenza sino neumonía, pero de que es epidemia es epidemia. Yo, medio en broma, medio en serio le dije que tenía que desinfectarse antes de saludarme o yo iba a moriiiiiirrrrrrr (drama innecesario).

Mi nick en el MSN cambió desde el miércoles por la mañana. Aléjate de mí: eres una mala influenza. pero nadie lo entendía, así no era divertido. Por la tarde del jueves el anuncio catastrófico y oficial: Epidemia de Influenza en México. Para el viernes por la mañana ya tenía nombre: Influenza Porcina. 

Desde ese momento hasta el actual he observado y sido partícipe de la paranoia colectiva, agravada por el temblor de ayer (me niego a repetir una vez más el machacado chiste que ya todos deben conocer a estas alturas). 

Pero más allá de eso, he llevado a cabo una cruzada personal: yo no uso tapabocas. Aunque me vean feo en el micro, aunque me segreguen en la oficina. No uso tapabocas y punto. 

¿Por qué? Es muy sencilla mi explicación. 

Mi mamá es enfermera, el viernes pasé media hora en el servicio de urgencias con ella, y eso me bastó para enterarme de dos cosas esenciales que apoyan mi decisión y que la gente no ha entendido:

1. Hay distintos tipos de cubrebocas, y cada uno de esos distintos tipos ofrece un nivel de protección diferente.
2. los cubrebocas sencishitos que usa la gente plebeya, no brindan protección a quien lo usa, evita más bien salpicaduras accidentales de baba portadora de virus a otros seres humanos
3. Es más fácil contagiarse por contacto con superficies en que el virus, de una forma u otra, este presente.

Hagamos de cuenta que alguno de mis compañeros de la oficina está enfermo y aún no tiene síntomas, estornuda y se tapa la boca con la mano. Obviamente no se lava las manos después de esto, y en algún momento se acerca a mi escritorio y comienza a explicarme algo, para lo cual utiliza mi mouse. El mouse entonces está en contacto con el virus.

Yo me voy a comer y vuelvo a trabajar. El virus puede estar activo durante horas en ese mouse. Hagamos de cuenta que yo uso un tapabocas (que no lo hago, pero pretendamos), toco el mouse y trabajo alegremente. Ahora el virus está en mi mano. 

Me da comezón en la nariz y yo, bien lista que soy, bajo el tapabocas y me rasco mi naricita con mi mano infectada. Listo. Se cerró el circulo. Por mucho tapabocas que yo usara.

Ahora imaginen la cantidad de manos que tocan el tubo del metro. Iuuuugh. Asco. 

De ahí que yo creo que, más efectivo que usar tapabocas, es tomar conciencia de nuestras lindas manitas

Fin de este post que sigue en otro.

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