El otro día me desperté a las 3 de la mañana con un enojo que no puedo explicar. Y luego recordé que no me había lavado los dientes, así que para tranquilizarme, me dirigí al lavabo y realicé la omitida acción para tranquilizarme y darme tiempo para recordar la causa de mi enojo.
Nunca pude recordar porque desperté enojada. A veces tengo sueños extraños en los que las palabras cuatro, ocho, and then left, veintidos y nunca más suenan como los peores insultos y provienen de una boca conocida. Bien podrían ser esas u otras con igual sentido.
El punto, es que mientras miraba a mi reflejo lavarse los dientes, me vino a la cabeza una frase elaborada que ahora no recuerdo muy bien pero que iba más o menos así:
Los seres humanos somos como insectos atraídos inevitable y fatalmente por la luz. Sea que la luz fuere realmente una fuente luminosa u otra cosa.
Hay seres humanos cuyo fin último es perseguir el amor y se inventan el amor en cada cosa que ven, o bien la luz fatal no es otra cosa que aquello que han dado en llamar libertad y que consiste únicamente en ser dueños de nuestras propias correas para entregarla a quien se nos venga en gana (guerrilleros heróicos incluidos).
La atracción es la verdadera naturaleza humana, la fuerza que nos proyecta fuera de nosotros mismos, la verdadera razón de nuestros sentimientos de pertenencia o hastío...pero rara vez nos sentimos atríados hacia nosotros. El principio de otredad rige nuestra existencia. No queremos estar solos. ¡Viva la luz!
Sigo sin entender que quise decir con eso. A veces mi cerebro entra en automático y se niega a compartir razones entre los distintos compartimientos. Mi yo despierta se niega a preguntar.
Quizá otro día, en el momento exacto me despierte feliz y mirándome al espejo mientras me lavo las manos encuentre la pieza que falta para entenderme.
La razón y el sentido. Esa es mi luz.
Y aquí nadie dijo que aquello que perseguimos es lo que necesitamos.
Me gustó la reflexión de la atracción... lo que tampoco entiendo es el por qué despertaste enojada... será que esa otredad te desespera? te gustaría poder ser más centrípeta que centrífuga? creo que es un balance, todo está adentro, pero también lo que está adentro se refleja afuera.
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